Historia de Vida: Franco Ramírez, un minero en Los Azules
o.- (Lic Víctor García) Franco Ramírez, con tan solo 29 años, ha forjado una carrera sólida dentro del sector minero de San Juan. Actualmente, ocupa el puesto de Supervisor Senior en el Departamento de Administración del área de perforaciones en el proyecto minero Los Azules. Este cargo, que implica manejar grandes volúmenes de información y liderar a un equipo de seis personas, ha sido uno de los mayores desafíos y aprendizajes de su carrera. En la campaña pasada, supervisó 23 equipos de perforación simultáneos, un trabajo que, si bien complejo, ha resultado ser profundamente gratificante para él.
Franco es originario de Calingasta, una localidad minera emblemática en la provincia de San Juan. A pesar de que sus sueños juveniles lo dirigieron hacia una carrera policial, la minería cambió su rumbo de vida. “Siempre quise ser policía”, recuerda, “incluso estuve en la escuela de policía, pero algunas materias pendientes en la escuela secundaria me impidieron seguir”. De regreso en su pueblo natal, comenzó a trabajar en la minería, primero en Casposo, en el área de laboratorio. Lo que empezó como un trabajo temporal, para ahorrar y retomar su formación policial, pronto se convirtió en una pasión. “La minería para mí se fue convirtiendo en algo más que un trabajo. Me di cuenta de que era algo que me gustaba, que me entusiasmaba”, afirma con convicción.
Franco es técnico minero, título que obtuvo en la escuela secundaria de Calingasta. Aunque no tuvo la oportunidad de cursar estudios universitarios, su vasta experiencia en distintos proyectos mineros ha sido su mayor escuela. Ha trabajado en minas como Gualcamayo, Veladero y, desde hace dos años, en Los Azules. Para él, este proyecto tiene un valor especial: “Trabajar en Los Azules es como trabajar en casa”, dice, refiriéndose a su cercanía con su familia, que reside en Calingasta. “Estar ahí me lleva a cruzarme con gente conocida, con parientes. Es un ambiente muy familiar”.
Sin embargo, su apego al proyecto va más allá de lo personal. Franco siente un profundo orgullo por formar parte de un proyecto de la magnitud de Los Azules, que es reconocido a nivel provincial, nacional e internacional. “Es un orgullo poder decir que soy parte de esta mega industria. Estoy aprendiendo de grandes ingenieros y arquitectos, y también aportando mi granito de arena. El día de mañana, cuando Los Azules esté en plena producción, podré decir “yo estuve ahí desde la exploración””, expresó emocionado.
El cobre, mineral clave en Los Azules, es uno de los más demandados a nivel global en la actualidad, y Franco está consciente de la importancia de su trabajo no solo para la economía local, sino también para el mundo. El proyecto no solo generará empleo y activará proveedores locales, sino que contribuirá al crecimiento económico de la región.
Franco ha aprendido a equilibrar su vida personal con su carrera. Tiene un hijo, Samuel Valentín, fruto de un matrimonio anterior, y actualmente está en pareja. A pesar de los sacrificios que implican la vida minera, ha encontrado la forma de mantener una conexión fuerte con su familia. “Es una disciplina”, afirma. “Uno tiene que saber separar el trabajo de la familia. A ambos hay que darles el 100%”.
A lo largo de su carrera, Franco ha enfrentado opiniones negativas sobre la minería, en parte debido al desconocimiento que muchas personas tienen sobre los procesos y el impacto real de la actividad. Sin embargo, cree firmemente que la información correcta puede cambiar esas percepciones. “Si la gente se informa bien sobre los procesos y aun así mantiene una opinión negativa, están en todo su derecho. Pero creo que muchas veces el problema es la falta de conocimiento”, reflexiona (Diario El Zonda San Juan)