Le dieron de alta a Francos y en dos días retoma las funciones
o.- (Cecilia Devanna) Salud. En la Casa Rosada buscaron desmentir que hubiera tenido un enfrentamiento con Santiago Caputo
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, dejó ayer la clínica La Sagrada Familia, donde había sido internado el domingo, y al abandonar el lugar confirmó que seguía en el cargo, tras días de versiones sobre su relación con la cúpula del Gobierno.
De regreso en su casa, en un breve diálogo con la nacion, Francos detalló que en “dos o tres días” estará nuevamente en funciones.
En el último parte médico que brindó la clínica se precisó que el funcionario se encontraba “estable” y dentro de los criterios que se consideran para la “prealta”. Francos se retiró del lugar a las 17.40. “No le harán más estudios”, afirmaron a La Nación.
Desde la Casa Rosada habían desmentido que Francos hubiera tenido un enfrentamiento con el asesor Santiago Caputo antes de ser internado por un cuadro “gastrointestinal agudo”. Y precisaban que Caputo y el jefe de Gabinete solo habían dialogado vía chat el viernes pasado.
En el centro de los análisis aparecen las limitaciones al acceso a la información pública que dispuso el Gobierno la semana pasada y que Francos había sugerido que podría revisarse cuando realizó su informe ante la Cámara de Diputados.
Sin embargo, el viernes pasado, en conferencia de prensa, el vocero Manuel Adorni dijo que no habría cambios en el decreto, que tenía la impronta de Caputo.
Esa definición iba contra los dichos de Francos de que el proyecto estaba abierto a modificaciones, algo que cerca de él buscaban relativizar. “Lo dijo porque es su forma, pero no puntualmente porque se fueran a registrar esos cambios”, sostenían.
Fuentes cercanas al vocero aseguraban que poco después de la conferencia había recibido el llamado de Francos, enojado por lo sucedido. “Desautorizado” era el concepto que se usaba para reconstruir las quejas del jefe de Gabinete.
Ayer, los diputados de Pro que se reunieron con Karina Milei plantearon su incomodidad por los cambios por decreto en la ley de acceso a la información, que justamente fue sancionada por el gobierno de Mauricio Macri.
Por otro lado, en la Casa Rosada aseguraban que el viernes entre Caputo y Francos hubo un intercambio de mensajes y que habían acordado verse ayer, lo que finalmente no se concretó porque el jefe de Gabinete fue internado.
En Balcarce 50 juraban que no había habido discusión, pero otros admitían que en las últimas semanas hubo diferencias y pases de factura en las filas libertarias por lo que significaron tres derrotas consecutivas: ampliación del DNU para la SIDE; la titularidad de la Bicameral de Inteligencia, y los cambios en la movilidad jubilatoria.
“Los que se cuelgan las cucardas de los triunfos legislativos deberían hacerse cargo de los fracasos”, era uno de los conceptos que repetían ayer en la Casa Rosada.
Los colaboradores de Caputo se mantuvieron en silencio, pero en redes hubo actividad intensa de cuentas que se le adjudican y de otras afines al Gobierno, calificando de “operaciones” las versiones que daban cuenta de la pelea y apuntaban contra Mauricio Macri. (La Nación, Buenos Aires, 10/09/2024)
