Y un día se volvió a hablar de San Jorge: ¿se animará el gobierno a activarlo?
o.- (Juan Manuel Lucero) En el marco de la Cumbre de Minería Sostenible, el proyecto San Jorge volvió a salir a la luz 13 años después de que la Legislatura frenara la etapa de explotación, al rechazar aquella declaración de impacto ambiental en plena campaña electoral de 2011. Sucede que, a diferencia del resto, es el único en el que se sabe a ciencia cierta del potencial de cobre que tiene.
En este punto, en San Jorge ya se realizó la etapa de exploración, a comienzos del 2000, cuando no existía la 7722 y las declaraciones de impacto ambiental no debían pasar por la Legislatura. Luego, en 2007, se sancionó la Ley 7722 y, entonces, la siguiente etapa, de explotación, sí tenía que ser aprobada en Diputados y el Senado.
A su vez, la ley minera prohibió el uso de sustancias químicas como el ácido sulfúrico, lo que generó que la etapa de explotación propuesta por San Jorge no incluya lixiviación y sí el método de flotación usando xantato. Sin embargo, ante manifestación sociales en diferentes puntos de Mendoza, en 2011 Francisco Pérez, candidato en ese momento, ordenó a su bloque rechazar el proyecto.
Desde entonces, poco se habló de San Jorge, más allá de algunas novedades como el cambio de dueño: hoy en día, en manos de capitales estonios. Pero esta semana, en el marco de la Cumbre de Minería Sostenible, el gobernador Alfredo Cornejo se refirió a aquel proyecto de cobre en Uspallata que quedó trunco. Mientras analizaba otros proyectos ubicados en el sur de la provincia, el mandatario hizo referencia a San Jorge.
Cornejo advirtió que es complejo arriesgar un plazo preciso para los inicios de explotación en el sur mendocino, pero estimó que entre 2027 y 2028 podrían comenzar la etapa de producción. En ese contexto, el gobernador recordó que San Jorge, que ya cuenta con la etapa de exploración realizada, podría avanzar rápidamente sí se aprobara su Declaración de Impacto Ambiental.
“Yo creo que vamos a ir mucho más rápido que todos esos proyectos porque la demanda y el apetito que hay en las industrias, en particular la automotriz por el cobre y su refinamiento, se requiere mucho más rápido”, aseguró Cornejo.
“También es cierto que hay un proyecto que tiene aprobada la exploración, que es San Jorge en Las Heras. Pero no tiene aprobada la explotación y no ha presentado su informe ambiental todavía. Si se apurara ese proyecto, probablemente allí tendríamos, sin dar plazos, una explotación un poco más rápida”, estimó el Gobernador.
En ese sentido, el mandatario valoró el proceso y subrayó que “escuchamos anuncios muy interesantes de los gobernadores de la Mesa del Cobre. Se abordaron los diferentes temas de minería como la parte de potencial minero, como la parte de infraestructura, también con bastante profundidad”.
El gobernador se atrevió a esbozar el futuro minero de Mendoza y aseguró que la premisa es continuar profundizando la llegada de proyectos a la provincia. “Queremos cerrar 2025 con 130 proyectos de exploración activa”, aseguró.
Quien también se hizo eco de estas palabras del mandatario fue el ex secretario de Minería y Energía, y actual CEO de Impulsa Mendoza, Emilio Guiñazú. El ingeniero aseguró que “no nos tenemos que engañar ni tenemos que levantar falsas expectativas. O sea, la minería es una actividad de largo aliento, de mucha inversión, de mucho riesgo, y que otorga resultados muy potentes, pero a lo largo del tiempo”.
En tanto que advirtió que “salvo los proyectos que ya están más avanzados, como puede ser Potasio Río Colorado o como anunció el gobernador, San Jorge”, sostuvo. Aunque instantes después corrigió y dijo “como mencionó el gobernador, San Jorge. El resto de los proyectos van a demorar muchos años en poder desarrollarse”.
De acuerdo con informes de la Secretaría de Minería de la Nación, más allá del interés en activar la minería de cobre en Malargüe, ninguna de estas iniciativas que están en carpeta tiene un avance similar al de San Jorge; por ejemplo, Cerro Amarillo aparece en etapa de “exploración inicial”, mientras que San Jorge ya directamente está en etapa de “prefactibilidad”, ya concluida la exploración y el análisis de los resultados.
Si bien no hay nada concreto y solo se lo mencionó como entre los proyectos que podrían “producir rápido”, con el impulso que el gobierno le está dando a la minería, cabe preguntarse si en el corto plazo el gobierno se atreverá a impulsar la reactivación de San Jorge y, por qué no, poner los ojos en Don Sixto (con exploración avanzada), una mina de oro de Malargüe que, salvo que funcione la “fórmula milagrosa” que prometió un grupo australiano, sí o sí requerirá modificar la 7722 porque implicaría el uso de cianuro. (Mendoza Post, Mendoza)