TMC impulsa la minería submarina en EE. UU. con solicitudes bajo código minero estadounidense

TMC impulsa la minería submarina en EE. UU. con solicitudes bajo código minero estadounidense

o.- La empresa canadiense The Metals Company (TMC), listada en el Nasdaq, ha dado un paso clave hacia la explotación comercial de minerales críticos desde el fondo marino. A través de su filial estadounidense, TMC USA, presentó formalmente solicitudes de permisos ante la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), amparada por la Ley de Recursos Minerales Duros del Lecho Marino Profundo (DSHMRA).
Este movimiento ocurre en un contexto político favorable. La administración del expresidente Donald Trump emitió recientemente una orden ejecutiva para acelerar proyectos de minería marina con el fin de reducir la dependencia de Estados Unidos de cadenas de suministro extranjeras.
Un recurso estratégico para la transición energética
TMC busca operar en la zona Clarion-Clipperton, una vasta región en el Pacífico entre Hawái y México, conocida por su abundancia de nódulos polimetálicos. Esta área contiene metales esenciales para baterías, redes eléctricas, infraestructura y defensa: 15.5 millones de toneladas de níquel, 12.8 millones de cobre, 2 millones de cobalto y 345 millones de manganeso, según estimaciones internas de la compañía.
En total, las solicitudes de TMC cubren 199,895 km² para exploración y 25,160 km² para recuperación comercial, una porción significativa de esta rica zona oceánica.
Promesas económicas y tecnológicas
Desde la Casa Blanca se estima que la industria podría generar hasta 100,000 empleos en la próxima década y aportar cientos de miles de millones de dólares a la economía estadounidense. TMC enfatiza su tecnología como una solución lista para desplegar y asegura que su recolector de nódulos disturba solo los primeros tres centímetros del lecho marino, un avance sobre métodos anteriores.
El CEO Gerard Barron declaró que esta es una oportunidad para la independencia mineral de Estados Unidos y el renacimiento industrial.
Controversias ambientales e implicaciones globales
Las críticas no se han hecho esperar. Diversos grupos ambientalistas sostienen que los efectos de la minería submarina aún no se comprenden completamente y podrían afectar ecosistemas marinos frágiles. Piden investigaciones más amplias antes de aprobar cualquier explotación comercial.
No obstante, organismos como la Agencia Internacional de Energía (IEA) proyectan un aumento del 40% en la demanda de cobre y tierras raras en los próximos años, lo que refuerza los argumentos a favor de explorar nuevas fuentes.
Tensiones geopolíticas
TMC ya ha operado en la zona Clarion-Clipperton bajo contratos con la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA), entidad respaldada por la ONU. Sin embargo, al solicitar permisos bajo jurisdicción estadounidense —país que no ha firmado la Convención sobre el Derecho del Mar—, algunos observadores advierten que esta estrategia podría debilitar los esfuerzos multilaterales para regular la minería submarina a escala global.
El precedente podría incentivar a otras naciones o empresas a eludir el consenso internacional, dificultando la implementación de reglas equitativas y sostenibles.
¿Minería responsable o riesgo ecológico?
TMC se ha comprometido a dejar sin tocar al menos el 30% de sus áreas contratadas. Si cumple estas promesas, su modelo podría ofrecer una vía para equilibrar la explotación de recursos críticos con la protección del entorno marino.
El reto está en demostrar que la minería submarina puede realizarse con impactos medibles y mitigables, sobre todo cuando el mundo necesita con urgencia materiales para la transición energética. (Minería en línea)

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *