Techint avanza con una obra en Chile para abastecer a una minera con agua del Pacífico y quiere extender el negocio a la Argentina

Techint avanza con una obra en Chile para abastecer a una minera con agua del Pacífico y quiere extender el negocio a la Argentina

o.- (Matías Bonelli) Los trabajos se llevan a cabo en la localidad de Tocopilla y abastecerán al gigante Codelco. La compañía ya mira opciones para utilizar esa misma agua en emprendimientos ubicados en San Juan y Catamarca. Los trabajos de Techint en Tocopilla, Chile, se extienden por 160 kilómetros.
Techint ya tiene experiencia de sobra en el mundo minero, pero ahora fue varios pasos más allá de lo que está acostumbrada. A través de Techint Construcciones, la empresa de la familia Rocca tiene ya muy avanzado un proyecto totalmente novedoso en su extenso historial, y que en este caso terminará en manos de la empresa Aguas Horizonte, un consorcio de capitales canadienses y chinos –presentes en Transelec- y japoneses –con Marubeni-.
Aguas Horizonte, a su vez, se transformará por 20 años en proveedor de las minas Radomiro Tomic, Chuquicamata y Ministro Hales, todas en poder de la estatal Codelco, un peso pesado de la industria y con cerca del 20% de la actividad en Chile.
El tamaño de esta obra explica el nivel de inversión. El consorcio invirtió US$ 1.000 millones para llevar adelante una obra que para Techint podría significar además el puntapié inicial para transpolar proyectos de este tipo en la Argentina, una idea que si bien todavía no tiene un gran camino recorrido, sí está entre los planes de la compañía.
La megaobra –que ganó Techint en una licitación- se encuentra en la localidad de Tocopilla, en la región norte de Chile, y lo que propone es, a grandes rasgos, tomar agua del Pacífico, desalinizarla y luego enviarla a los emprendimientos mineros, dejando de lado de esta forma la utilización de agua de deshielo que tradicionalmente utiliza el sector.
El proyecto arranca en el mar y finaliza 160 kilómetros después, cuando llega a las minas ayudada por tres estaciones de bombeo. En una primera etapa serán 840 litros de agua por segundo –aunque podría llegar a los casi 2.000 litros por segundo en su máximo despliegue- que se transportarán a través de una enorme estructura de tuberías que recorren un farellón, hasta los 3.000 metros sobre el nivel del mar.
“La particularidad más importante de este proyecto es que estamos integrando en un mismo proyecto no solo el sistema de impulsión, sino la desaladora, la obra marina, el sistema de distribución, el sistema eléctrico en 110 y en 220 kw, un conjunto que lo hace muy complejo. Este es el primer megaproyecto de este estilo que hacemos en Chile. Si bien trabajamos aquí hace 75 años, es la primera vez que desarrollamos de forma integrada y con tantos frentes distintos abiertos un proyecto de estas características”, sostuvo Rodrigo Larralde, Director de Proyecto Adjunto del proyecto Suministro de Agua Desalinazada para el Distrito Norte de Techint Industria y Construcciones, la división de Techint a cargo de este trabajo.
¿El paso previo para la Argentina?
Si bien para Techint esta obra marca un hito en su historia ya que es la primera de este tipo que realizan y de forma integrada, el gran punto que analiza la compañía también pasa por cuánto de todo esto se podría llevar a la Argentina.
La experiencia de Chile en este sentido –un claro referente en el mundo minero- es fundamental para determinar qué podría llegar a la Argentina. Hoy ya tiene más de 20 plantas de este tipo, un proceso de cambio que arrancó hace 11 años cuando se tomó la decisión de achicar fuerte el uso de agua para el consumo humano –una de las críticas que más recibe el sector-.
A tono con esto, hoy ya el agua de mar desalinizada representa el 43% de consumo de las minas chilenas, y para 2034 se aspira a llegar al 66%.
“Hay varias evaluaciones de desalación de agua en estadíos futuros para los proyectos mineros en la Argentina, que iniciarían primero con agua continental y se irían reemplazando luego con agua de mar a medida que vayan creciendo en etapas futuras”, explicó Alejo Calcagno, Director de Operaciones Área Sur de Techint Ingeniería y Construcción.
El ejecutivo asegura que la infraestructura que ya se encuentra en Chile se podría extender y llegar, por ejemplo, a proyectos mineros de Catamarca y San Juan; “está todo armado”, sostuvo.
Específicamente, las provincias hacia las que mira Techint, al menos en lo que sería un primer paso son dos: Catamarca y San Juan, según explica el ejecutivo, que además sostiene que habría que extender la infraestructura que ya se encuentra en Chile, hacia las nuevas ubicaciones.
Ya con esto como base, el primer apuntado de Techint sería el proyecto Vicuña, un proyecto que llega de la mano de la australiana BHP y la canadiense Lundin Mining, y donde se prometen inversiones por al menos US$ 12.000 millones.
“Venimos charlando con los clientes y ya se está pensando en llevar el agua de mar en etapas futuras de su desarrollo”, afirmó Calcagno. (Clarín, Buenos Aires, 03/10/2025)

Cómo es el proceso para desalinizar el agua que se utiliza en Chile
o.- (Matías Bonelli) Techint ya tiene experiencia en el mundo minero, pero ahora fue varios pasos más allá de lo que está acostumbrada. A través de Techint Construcciones, la empresa de la familia Rocca tiene ya muy avanzado un proyecto novedoso en su extenso historial, y que en este caso terminará en manos de la empresa Aguas Horizonte, un consorcio de capitales canadienses y chinos –presentes en Transelec- y japoneses –con Marubeni-.
Aguas Horizonte, a su vez, será por 20 años proveedor de las minas Radomiro Tomic, Chuquicamata y Ministro Hales, todas en poder de la estatal Codelco, un peso pesado de la industria y con cerca del 20% de la actividad en Chile.
El tamaño de esta obra explica el nivel de inversión.
El consorcio invirtió u$s 1.000 M para llevar adelante una obra que para Techint podría significar el puntapié inicial para transpolar proyectos de este tipo a la Argentina, una idea que si bien todavía no tiene un gran camino recorrido, sí está entre los planes de la compañía.
La megaobra –que ganó Techint en una licitación- se encuentra en la localidad de Tocopilla, en la región norte de Chile, y lo que propone es, a grandes rasgos, tomar agua del Pacífico, desalinizarla y luego enviarla a los emprendimientos mineros, dejando de lado la utilización de agua de deshielo que tradicionalmente utiliza el sector.
El proyecto arranca en el mar y finaliza 160 kilómetros después, cuando llega a las minas ayudada por tres estaciones de bombeo. En una primera etapa serán 840 litros de agua por segundo –aunque podría llegar a los casi 2.000 litros por segundo en su máximo despliegue que se transportarán a través de una enorme estructura de tuberías que recorren un farellón, hasta los 3.000msnm.
“La particularidad más importante de este proyecto es que estamos integrando en un mismo proyecto no solo el sistema de impulsión, sino la desaladora, la obra marina, el sistema de distribución, el sistema eléctrico en 110 y en 220 kw, un conjunto que lo hace muy complejo. Este es el primer megaproyecto de este estilo que hacemos en Chile. Si bien trabajamos aquí hace 75 años, es la primera vez que desarrollamos de forma integrada y con tantos frentes distintos abiertos un proyecto de estas características”, sostuvo Rodrigo Larralde, Director de Proyecto Adjunto del proyecto Suministro de Agua Desalinazada para el Distrito Norte de Techint Industria y Construcciones, la división de Techint a cargo de este trabajo.
Si bien para Techint esta obra marca un hito ya que es la primera de este tipo que realizan y de forma integrada, el gran punto que analiza la compañía también pasa por cuánto de todo esto se podría llevar a la Argentina.
La experiencia de Chile en este sentido es fundamental para determinar qué podría llegar a la Argentina. Hoy ya tiene más de 20 plantas de este tipo, un proceso de cambio que arrancó hace 11 años cuando se tomó la decisión de achicar fuerte el uso de agua para el consumo humano.
Techint Ingeniería y Construcción desarrolla el megaproyecto de desalinización más grande deChile. Bautizado como Suministro de Agua Desalada para el Distrito Norte (SADDN), para el que contrató a la empresa israelí IDE Technologies. El proceso de desalación que se utiliza es el de Ósmosis Inversa (OI).
Este trabajo tiene diferentes etapas. Arranca en las obras marinas, con la que se capta el agua de mar, en este caso del Océano Pacífico y a través de tuberías submarinas de gran diámetro. Luego el agua se somete a una filtración gruesa para eliminar algas, arena y otros sólidos marinos grandes. El tercer paso es la desalinización por ósmosis inversa, que se hace en la planta desaladora. El agua pasa después por varias etapas de filtración más fina. Tras esto es impulsada a muy alta presión a través de membranas semipermeables, que retienen las sales disueltas y otras impurezas, dejando pasar únicamente el agua desalada.
La salmuera que resulta de esto se devuelve al mar, y el agua ya desalada se deposita en un reservorio, desde donde luego se lleva a las minas.
“Hay varias evaluaciones de desalación de agua en estadíos futuros para los proyectos mineros en la Argentina, que iniciarían primero con agua continental y se irían reemplazando luego con agua de mar”, explicó Alejo Calcagno, Director de Operaciones Área Sur de Techint Ingeniería y Construcción.
El ejecutivo asegura que la infraestructura que ya se encuentra en Chile se podría extender y llegar, por ejemplo, a proyectos mineros de Catamarca y San Juan; “está todo armado”, sostuvo.
“Venimos charlando con los clientes y se está pensando en llevar el agua de mar en etapas futuras”, afirmó Calcagno.
Techint realiza los trabajos para la firma Aguas Horizonte. (Clarín, Buenos Aires, 03/10/2025)

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