Oro podría alcanzar los $4,980 por onza en 2026, predice la LBMA en Japón
o.- En el marco de su conferencia anual, esta vez celebrada en Kioto, Japón, la Asociación del Mercado de Lingotes de Londres (LBMA, por sus siglas en inglés) reveló un pronóstico que sacudió al mundo financiero: el precio del oro podría alcanzar los $4,980 por onza en los próximos 12 meses. De concretarse, este incremento representaría un salto del 27% respecto a los niveles actuales.
Durante el evento, considerado el más influyente del mercado global de metales preciosos, se compartieron los resultados de la encuesta interna de la organización, cuyos datos consolidan una tendencia que ha ganado fuerza en los últimos meses: la renovada fe en los metales como refugio de valor ante un escenario global cada vez más incierto.
A lo largo de 2025, el oro ha demostrado un comportamiento sin precedentes desde 1979. Su valor ha aumentado 52% en lo que va del año, impulsado por una combinación de factores que van desde la inestabilidad geopolítica hasta movimientos especulativos por temor a quedarse fuera del rally alcista, conocido en el mercado como “FOMO” (fear of missing out).
El precio del oro ya había roto barreras psicológicas clave en marzo y octubre, cuando superó los $3,000 y $4,000 por onza respectivamente. El 20 de octubre marcó un hito histórico con un máximo de $4,381, reflejando el apetito global por activos considerados seguros en tiempos de volatilidad.
No solo el oro ha captado la atención de los inversionistas. El pronóstico para la plata también resultó llamativo: se espera que alcance los $59 por onza en el mismo periodo, desde los $46 actuales. Este incremento sería el mayor desde 2010, impulsado por la fuerte demanda inversora, la escasez en el mercado spot de Londres y una demanda sostenida en mercados clave como India.
La plata ya había alcanzado un récord de $54.5 el pasado 17 de octubre. En lo que va del año, su precio ha subido un 62%. Esta alza ha sido interpretada por analistas como una señal de que los metales industriales, además de los monetarios, están siendo reevaluados por los inversionistas institucionales.
Por su parte, el platino y el paladio también mostraron comportamientos positivos. El platino se cotiza hoy en $1,544, pero se prevé que suba a $1,816 por onza. El paladio, actualmente en $1,364, podría alcanzar los $1,709. Ambos metales se han beneficiado de la oferta limitada en las minas, sobre todo en el sur de África, y de las tensiones comerciales derivadas de los aranceles estadounidenses.
El fenómeno observado este año tiene múltiples raíces. La creciente tensión política en regiones clave, como Oriente Medio y Europa del Este, ha creado un entorno de nerviosismo generalizado en los mercados. A esto se suman los conflictos comerciales aún no resueltos entre Estados Unidos y China, que mantienen a los inversionistas en vilo.
La inflación persistente en las principales economías, así como las señales mixtas sobre el rumbo de las tasas de interés por parte de bancos centrales como la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, también han alimentado la búsqueda de activos refugio. Los metales preciosos, por su liquidez y estabilidad relativa, se han posicionado como una de las alternativas más confiables.
El pronóstico de la LBMA contrasta ligeramente con las estimaciones más conservadoras de agencias como Reuters, que sitúa el precio promedio del oro en $4,275 para 2026. Sin embargo, ambas coinciden en que la trayectoria alcista está bien fundamentada por las condiciones actuales del mercado.
México, como uno de los principales productores mundiales de oro, plata y otros metales, observa estos movimientos con particular interés. Un alza sostenida en los precios podría beneficiar significativamente a la industria minera nacional, fortaleciendo las finanzas de estados productores como Sonora, Zacatecas o Guerrero, y atrayendo nuevas inversiones al sector.
No cabe duda de que este panorama plantea desafíos para otros sectores, especialmente aquellos que dependen de metales industriales como insumo. Sin embargo, desde una perspectiva minera, el contexto actual abre una ventana de oportunidad para consolidar proyectos, impulsar exploraciones y fomentar el desarrollo económico regional.
La historia nos ha enseñado que los ciclos alcistas de los metales preciosos suelen ser fugaces si no se acompañan de decisiones estratégicas. México tiene en sus manos la posibilidad de capitalizar esta coyuntura para reforzar su presencia en los mercados internacionales, diversificar su oferta y mejorar los procesos de sustentabilidad en la cadena de valor minera.
La LBMA no define el rumbo de los precios, pero su influencia sobre las expectativas del mercado es innegable. Cuando más de mil delegados internacionales coinciden en que el oro y la plata seguirán en ascenso, no se trata simplemente de una corazonada: es un termómetro del sentimiento global hacia los metales preciosos. (Minería en línea)
