La Minería y el “prójimo”
(reflexión sobre el Papa Francisco y su partida)
o.- Iván Grgic, Gerente de Relaciones Institucionales en el Proyecto minero Vicuña -a pedido de El Pregón Minero- tuvo la gentileza de escribir sobre el Papa Francisco y la temática -que es parte importante de la vida actual del ejecutivo del proyecto sanjuanino-: “la minería sustentable”.
¿Qué motivó el pedido de El Pregón Minero? El recuerdo siempre presente en el espíritu de todo allegado a la actividad minera, de la 2da. Encíclica del Papa Francisco: Laudato Sí y su especial relación con la actividad minera llevada a cabo con respeto al medio ambiente y a las comunidades que -más cerca o más lejos- habitan esos lugares que la mayoría de las veces parecen páramos inhabitables.
Ese respeto por quienes San Francisco de Asís -en el 1200- llamó “hermano” o “hermana” en su “cántico de las criaturas” y que el Papa Bergoglio hiciera suyo poniéndolo en práctica en el recorrer de su vida eclesiástica: “Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas” (…) “Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra,/ que nos sustenta y gobierna…”
El escritor de las líneas que reproducimos más abajo, el del apellido casi impronunciable al que todos los allegados conocemos como Iván, elige comenzar con una palabra difícil y poco usada: “stakeholder” que significa -con todos los más y los menos con los que el lenguaje juega a las escondidas con nosotros en no importa qué idioma-: PRÓJIMO.
Y es en esta “projimidad” -valga el neologismo- en la que Iván se concentra para [con conocimiento de causa] hablar del Papa argentino.
A continuación, transcribimos los conceptos de la nota escrito por Iván Grgic, Gerente de Relaciones Institucionales en el Proyecto minero Vicuña
12 años junto a Francisco
“Hace un par de semanas me preguntaron si se me ocurría alguna traducción para stakeholder. Pasé por la etimología y los términos usuales, sin una palabra que me agradara.
Finalmente, arribé a prójimo. Es un término que hace alusión a las cercanías obvias de orden físico, de intereses comunes, incluso a las intersecciones en la vida cotidiana y laboral. Este aspecto, con fuentes bíblicas y extrabíblicas, define el estilo desde el amor: “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
La fuente bíblica neotestamentaria incluye otro aspecto en la parábola del buen samaritano. El intérprete de la ley, refiriéndose al mandato conocido, pregunta: “¿Quién es mi prójimo?”.
Jesús de Nazaret narra la parábola, destaca la sincera movilización interior del Samaritano hacia la persona vulnerable y redobla el mandato común con la pregunta: “¿Quién se portó como prójimo?”, “el que obró con misericordia”, dijo el Samaritano, eso que usualmente llamamos empatía.
A pesar de que muchos han tenido una versión politizada de Francisco, incluso con la visión sesgada antiminera de algunos pastores, sus gestos y palabras han sido más que un marco de referencia: tal vez, ha sido una confirmación más que vamos sectorialmente en buen camino.
Cuando uno pone en paralelo las planificaciones y las acciones ambientales de nuestros Informes de Impacto Ambiental junto a Laudato Si y otros textos pontificios acerca de la “casa común”, aparecen inmensa cantidad de vinculaciones, simetrías, criterios de acción, condiciones de borde y cuidado, referencias para diversas mitigaciones, aún un espíritu que surgiendo, tal vez, de fuentes diferentes, se orientan con similar dedicación.
Francisco también nos asombró portándose como prójimo empático con gestos que muchas veces terminaron generando algún escándalo. Con sus primeros pasos por Lampedusa o sus projimidades en periferias económicas y existenciales, me he sentido alentado con las empatías que damos en cada proyecto, en zonas periféricas que nadie llega, del cuerpo y del alma, y con una mirada holística de desarrollo integral.
Dicen, además, que uno de los desafíos del “Capitán Argentino de la Iglesia” (como hermosamente compartió el fútbol argentino) fue la transparencia económica y de muchos escándalos internos. También ahí me sentí en sinergia: compliance, EITI, reportes, estándares, reuniones informativas en comunidades, y tantas otras acciones en las cuales, sin duda, vamos a la vanguardia.
La presencia de la mujer en toda comunidad eclesial, incluso con las últimas dos “ministras” que designó Francisco en el Vaticano, nos une en un mismo compromiso de equidad, de promoción en todos los sectores y niveles de acción y decisión, sabiendo que cada persona es un tesoro para dar y recibir.
Francisco fue el prójimo que se hizo cercano a todos desde sus entrañas, tocó las entrañas de quien se animó al encuentro, y se dejó tocar en su interior.
Fue empático y se mostró vulnerable para que otros fueran empáticos con él.
Tal vez por eso, me sentí alentado para seguir en el camino de una minería sostenible, que no es otra cosa que un desarrollo integral de los recursos de cada comunidad, porque nos animamos a portarnos como prójimos unos de otros.” (El Pregón Minero, 22/04/2025)