La Licencia Social en Minería, algo más que “conocimiento científico”
o.- (Nota de Opinión por Mag. Andrea Polizzotto Bacur, abogada – mediadora – diplomada en Industria Minera y Sostenibilidad).
Como cada mañana, y desde hace poco más de 20 años, lo primero que hago al levantarme es leer las noticias, y siempre vuelvo a un lugar donde siempre está mi corazón, la minería. La minería y la licencia social fueron el motor que me llevo por el país y el mundo a indagar porqué fracasan compañías, países, provincias y comunidades enteras, en el intento por sumar la minería como actividad lícita entre sus actividades productivas y generadora de recursos genuinos, y no es ni más ni menos por conceptos como el vertido en una nota que leí hoy, y mucho más si lo es por un directivo de una compañía minera.
Mi asombro fue al leer a Luciano Berenstein: “Es valiosísimo poder conversar en estos ámbitos de comunicadores de nuestro país”, continuó.
Por último, puso énfasis en la importancia del conocimiento científico para alcanzar la licencia social que actualmente la minería no tiene en muchos lugares. “Se tiene que trabajar en herramientas concretas y científicas para lograr la licencia social”. (Diario Huarpe San Juan)
¿Herramientas Científicas? Por favor. La licencia social no es un papel, un certificado escrito, es una construcción voluntaria, es un camino que se inicia desde el primer momento en que se decide hacer de la minería en una comunidad un medio de vida, generadora de riquezas y cuidadosa de medioambiente, pero no como una frase armada, sino como lugar donde habitan personas, donde desarrollan su vida, donde su casa es el entorno natural que comparten con otras actividades como la minería en este caso o el turismo de naturaleza. Entorno natural que para algunos es su hábitat y para otros es un recurso generador de divisas, y entre uno y otro interés hay un abismo. Son posiciones totalmente contrapuestas, y solo con mucho trabajo comunitario y la ayuda de un mediador, logramos descubrir los intereses detrás de dichas posiciones para ir tratando de satisfacer cada una de ellas, acercando posiciones y lograr La Paz social. Así y solo así conseguimos, a través del trabajo mancomunado entre, estado, provincia, municipio, empresa y comunidad, lograr un contrato social, un pacto tácito de buena voluntad, de coconstrucción, que nos permite a cada uno desarrollar nuestras tareas en paz y tranquilidad, sabiendo que en el crecimiento de cada uno está el de la comunidad. Sabiendo además que dicho acuerdo no es taxativo ni definitivo, que al ser un acuerdo de voluntades puede ir cambiando y debemos cuidar y construir entre todos esa paz social que satisfaga los intereses de cada uno. No nos olvidemos que los recursos naturales nos pertenecen, que son de la humanidad. Que debemos cuidarlos, por nosotros y por los que vendrán y que algunos son finitos, que no los volveremos a recuperar, y como tal debemos valorizar. Pero por favor no vuelvan a hablar de herramientas científicas, no es por ahí, no es obligatorio, no es impuesto, en un traje hecho a medida, entre todos los miembros de una comunidad y solo aplica para cada caso concreto, y así deberemos ir construyendo consenso a lo largo y a lo ancho del país, con cada comunidad, cuidando sus ríos, sus mares, el canto de sus pájaros, los frutos de su tierra, que mucho tiempo fue el único alimento de sus familias. Por favor pongamos humanidad en cada actividad productiva pero también, y lo más importante pongamos humanidad en sus directivos, así y solo así, les aseguro lograremos la tan ansiada licencia social, un activo intangible, de la que todos hablan y muy pocos conocen, y lo que es peor casi imposible de conseguir si buscamos la solución en las ciencias exactas y pedimos certificados en una oficina. (El Pregón Minero, 28/09/2023)