El Gobierno postergaría nuevos aumentos de tarifas en 2025
o.- (Santiago Spaltro) De ese modo busca consolidar la desinflación. En las próximas semanas se definirán las revisiones de las tarifas de luz y gas por los próximos 5 años.
No en un año electoral. Luis Caputo, ministro de Economía, quiere evitar sorpresas en un año clave.
El Gobierno terminará durante el primer trimestre del año que viene las revisiones tarifarias de luz y gas, que determinarán las condiciones del negocio y los requerimientos para la calidad de los servicios públicos regulados durante los próximos 5 años (2025-2030).
Las audiencias públicas se realizarán entre la segunda quincena de enero y los primeros días de febrero, y unos 30 días después se aprobarán las nuevas tarifas a cambio de compromisos quinquenales de inversiones multimillonarias.
Sin embargo, la idea del ministro de Economía, Luis Caputo, y su equipo es no autorizar los aumentos de tarifas que van a pedir Edenor, Edesur, Transener, Metrogas, Camuzzi, Naturgy, Ecogas, Litoral Gas, Gas Nea, Transportadora de Gas del Sur (TGS) y Transportadora de Gas del Norte (TGN) para financiar sus inversiones.
En todo caso, el plan oficial contemplará subas discrecionales para mantener constantes los ingresos de las empresas, como sucede desde hace 3 meses -pese a que se aprobaron fórmulas de indexación mensuales que nunca se cumplieron y dividir en varias cuotas durante 2025 el impacto de eventuales alzas.
El objetivo del presidente Javier Milei y de Caputo es continuar con la desaceleración de la inflación, bajar al 1% la tasa de devaluación mensual del peso (crawling peg) si se consolida la tendencia y asentar las condiciones para flexibilizar los controles de capitales (cepo al dólar) el año que viene.
Los incrementos de los servicios juegan en contra de esa meta, más aún si el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) actualiza su canasta de medición de los precios en base a la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares 2017-2018, en la que pesan más la luz y el gas que en 2004, que es el indicador que se utiliza ahora.
Las compañías eléctricas como Edenor y Edesur enviarán la próxima semana al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) una decena de documentos, dentro de los cuales se incluirán las previsiones sobre sus necesidades de flujos de fondos para operar la red.
Aunque expresarán sus pedidos en billones de pesos y no como un porcentaje puntual, se desprende que los requerimientos derivarían en incrementos de sus tarifas de un 60% en términos reales (por sobre lo vigente), que impactaría en aumentos de 30% en las facturas.
Ese dinero iría a invertir en sus equipos para evitar cortes de luz, reducir la cantidad y frecuencia de las interrupciones, mejorar la atención al cliente, su calidad técnica y comercial, pagar salarios, impuestos, la energía que compran y distribuyen y, eventualmente, empezar el plan de despliegue de los medidores inteligentes, que cuestan casi 100 dólares por unidad y deberán ser cobrados a los usuarios.
Economía no quiere que las tarifas afecten al proceso de baja de la inflación, como ya sucedió en 2017 y 2018 durante el gobierno de Mauricio Macri, y busca la manera de distribuir en cuotas los aumentos que sean indispensables para sostener la red y que no se corte la luz.
Las empresas están dispuestas a tolerar que se extienda una transición sin la plena normalización de los marcos regulatorios -más teniendo en cuenta que se cumplieron los contratos de concesión durante apenas 2 de los últimos 20 años- y hasta pueden ceder ingresos para que baje más rápido la inflación, siempre a cambio de la promesa de estabilizar las reglas de juego en el corto plazo.
Hay firmas que pedirían subas de 60% de cara al año próximo.
Otras compañías, por su lado, confían en las señales que envían los entes reguladores. “¿Para qué van a pedirnos los documentos si no es para hacer la revisión? Y si quieren hacerlo discrecional, que no nos convoquen”, se atajaron en una de las firmas.
El Ente Nacional Regulador del Gas viene exigiendo a las empresas que controla centenares de documentos con información sobre el estado de su negocio y las estimaciones para los próximos 5 años. Los pedidos de las gasíferas rondarían el 20% a 30% de aumento, aunque una firma calculó que el “atraso real” es de entre el 40% y el 50%. (Clarín, Buenos Aires, 14/11/2024)