Cobre se recupera impulsado por demanda industrial de China aumenta leve

Cobre se recupera impulsado por demanda industrial de China aumenta leve

o.- El cobre avanzó de forma leve, respaldado por datos de producción industrial chinos, principal motor de la demanda global de metales. Aunque las existencias autorizadas en los almacenes de la Bolsa de Metales de Londres aumentaron, y el dólar se fortaleció, la tendencia apunta hacia una recuperación en corto plazo.
Fortaleza de la industria china frena caída de precios
El cobre a tres meses en la LME alcanzó los 9.640 dólares por tonelada métrica el martes a las 16:00 GMT, lo que representa un incremento del 0,2 % frente al cierre previo. Las cifras de producción industrial de junio en China mostraron un crecimiento interanual del 6,8 %, superando las expectativas del mercado y evidenciando la resistencia de la economía frente a la presión arancelaria estadounidense, en vigor desde principios de agosto. Este desempeño robusto respaldó la cotización del cobre, frenando la caída que ha sufrido durante julio.
A pesar de que el metal ha retrocedido un 2,4 % en lo que va del mes, tras tocar un máximo de 10.020 dólares por tonelada, el repunte en la actividad manufacturera de China ha creado una zona de soporte en torno a los 9.585 dólares, según Dan Smith, director gerente de Commodity Market Analytics. Él señaló que mantener ese precio proporcionaría “la oportunidad de subir”, lo cual da indicios de que podríamos ver estabilidad o incluso un repunte si la actividad industrial se mantiene firme.
Impacto de los aranceles de EE. UU. y destockeo en LME
El reciente anuncio del gobierno estadounidense acerca de un arancel del 50 % aplicado al cobre importado desde el 1 de agosto hizo que numerosas compañías diversificaran su origen de compra hacia otros mercados, restando atractivo a las importaciones tradicionales. Como consecuencia, el cobre marcado como preparado para salir de los almacenes de la LME descendió hasta un mínimo del 11 % del total de reservas. Las llamadas existencias canceladas se redujeron a 12.625 toneladas, la cifra más baja de los últimos cinco meses, desde las 56.325 toneladas registradas hace solo un mes.
Este drenaje de inventarios indica que el cobre se encuentra en una fase de redistribución. Aunque este comportamiento podría aumentar la presión bajista del precio en el corto plazo, también delimita el piso en un nivel técnico que da certeza a muchos analistas de que no veremos caídas abruptas.
Panorama de los metales básicos y su corrección en LME
El descenso del cobre no fue un caso aislado en los mercados de metales básicos. El aluminio retrocedió un 0,3 % hasta los 2.585,50 dólares por tonelada, el zinc perdió 1,2 % situándose en 2.698 dólares, el plomo cayó un 0,2 % a 1.998 dólares, y el estaño cedió un 0,3 %, quedándose en 33.320 dólares. Sin embargo, el níquel revirtió su tendencia y se apreció un 0,9 %, con una cotización de 15.195 dólares.
Estas variaciones reflejan movimientos tácticos de los inversionistas y traders, que ajustan sus posiciones según los balances de oferta y demanda, las condiciones climáticas en regiones productoras, y las regulaciones comerciales que afectan el flujo global de materias primas.
Perspectivas a futuro para el cobre y su rol estratégico
Mirando hacia adelante, el cobre se encuentra en una encrucijada entre elementos de soporte y factores de presión. Por un lado, el sólido desempeño industrial de China crea una base para evitar caídas bruscas y brinda espacio para revaluaciones al alza en caso de que el consumo se mantenga fuerte. Por otro lado, la imposición de aranceles en Estados Unidos y el aumento de inventarios en ciertos centros mundiales alimentan dudas sobre la fortaleza de su precio en el corto plazo.
Desde una perspectiva de evaluación del mercado, si China continúa con su ritmo de producción y Estados Unidos mantiene su política arancelaria, podríamos entrar en un periodo de consolidación con oscilaciones entre la banda de 9.585 y 10.020 dólares. Una ruptura por debajo de ese rango podría activar una nueva tendencia bajista, pero el sólido crecimiento industrial del país asiático ofrece un contrapeso decisivo.
Más allá del cobre, la tendencia en los metales básicos sugiere una posible rotación de capital hacia otros commodities, especialmente si las políticas proteccionistas de Estados Unidos se endurecen o se relajan. El caso del níquel, que mostró un repunte, no garantiza que el cobre siga el mismo camino, pero sí abre el escenario para movimientos significativos en el segundo semestre.
En resumen, el leve incremento del precio del cobre, promovido por una demanda industrial robusta en China, permite sostener un enfoque moderadamente optimista. Si bien la presión del dólar y los aranceles actúan de freno, el metal mantiene un soporte técnico clave. Observadores del mercado deberán prestar atención a las cifras de producción industrial de China y los inventarios globales para anticipar el próximo ciclo. (Minería en línea)

 

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