UIA: 29º Conferencia (II)
o.- “No hay industria sin pacto de convivencia, moneda sana, seguridad jurídica y estabilidad. Pasaron 30 años desde que pronunció esa frase y tenemos que seguir diciendo lo mismo”, expresó el futuro ministro Guillermo Francos.
Hay que “dar vuelta el funcionamiento de la Cancillería” y que no sean sus funcionarios los que decidan si es conveniente exportar o no un producto, sino “el sector privado”, remarco la futura canciller Diana Mondino.
Por su parte, el presidente de la UIA Daniel Funes de Rioja, afirmó: “el sinceramiento de los costos se va a reflejar en los precios hasta el punto que convalide el mercado”.
Los precios se moverán -dijo- en función del impacto que generen: el “posible sinceramiento del tipo de cambio” y “el final del control de precios”.
En el día de ayer se realizó la 29º Conferencia de la Unión Industrial Argentina que se llevó a cabo en el Centro de Convenciones de la Ciudad de Buenos Aires bajo el lema “Hay industria, hay futuro”.
Guillermo Francos
El futuro ministro del Interior ratificó que, ni bien asuma al frente de la Casa Rosada, el próximo 10 de diciembre, Milei enviará de “manera inmediata” al Congreso de la Nación un proyecto de ley que contemplará un “reforma del Estado”, ratificando así una de las medidas prioritarias que tendrá la nueva gestión y que adelantada en las últimas horas por el propio presidente electo.
Elogió la “importante transformación” introducida en la estructura económica del país en los años 90 por la entonces gestión del exmandatario Carlos Menem, caracterizada por la apertura de importaciones, privatizaciones y desregulaciones.
“Hemos elaborado una propuesta que va a ser enviada el Congreso de la Nación de manera inmediata. Es un proyecto de ley de reforma del Estado, regulación, de disminución de impuestos. Todo lo que traba la actividad económica en la Argentina”, señaló Francos.
Francos planteó como “problemas coyunturales” la “enorme deuda comercial y el problema de las importaciones” y resaltó que la administración de Milei pretende ir “a un país donde las libertades y la desregulación sea uno de los mecanismos para salir de este Estado tan opresor”.
“Como decía Milei, les vamos a quitar el Estado del medio y permitirles que desarrollen su actividad empresaria”, agregó enarbolando un dogma repetido entre los hombres de negocios y la postura antiestado expresada por el líder libertario durante la campaña presidencial.
Francos buscó tranquilizar la ansiedad de los empresarios de la UIA respecto a futuros cambios en las condiciones de producción, al subrayar que el propio presidente electo dijo que “no iba a cometer un industricidio”, los planes de apertura y desregulación de la economía serán “por etapas”.
Sin embargo, expresó que el país “nunca ha tenido tanta destrucción de valor y tanta pobreza” y recordó que Milei indicó “en varias oportunidades” que “no hay plata”, razón por la que se deben “asignar los recursos que se tienen”.
“Tenemos que atender a los que más sufren. Tenemos que ver cómo hacemos para poner el aparato productivo en funcionamiento. Tenemos claro todo lo que está pasando, lo que necesitan, y vamos a ir por etapas”, apuntó.
Al salir del evento, el futuro ministro informó a los periodistas que el proyecto será “ingresado en sesiones extraordinarias a partir del día 11” de diciembre y que contemplará la “eliminación de leyes que no tienen ningún sentido y que traban la actividad económica”.
Diana Mondino
Antes, la futura canciller Diana Mondino, había expresado conceptos parecidos. Planteó la necesidad de eliminar regulaciones en el comercio exterior y afirmó que desde La Libertad Avanza (LLA) se espera lograr que “los dólares sean de los exportadores y no del Banco Central”.
“Lo primero que hay que hacer, no el 11 de diciembre, pero lo más pronto que se pueda, es llegar a una situación en la cual los dólares sean del exportador, que paguen impuestos. Pero es indispensable para que la gente tenga un incentivo”, señaló la economista.
En su disertación, la futura titular del Palacio San Martín trazó las directrices que seguirá el nuevo gobierno en materia de relaciones internacionales y comercio.
El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea ocupó un lugar particular en la exposición de la también legisladora electa de LLA, quien destacó los beneficios de ese entendimiento y las “monumentales” oportunidades comerciales que trae para Argentina.
En ese sentido, se mostró esperanzada en que el Gobierno saliente sea el que suscriba en los próximos días el nuevo acuerdo entre el Mercosur y la UE.
“Agradeceríamos que Alberto Fernández, como presidente saliente, pueda concretar el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea”, remarcó.
Evaluó, entonces, que si bien las empresas argentinas deberán hacer frente a algunas “regulaciones exageradas y costosas” impuestas por la UE, entrar en ese acuerdo “le quita discrecionalidad a la resolución argentina”.
Bajo el precepto de una mínima intervención del Estado en el comercio exterior, afirmó que hay que “dar vuelta el funcionamiento de la Cancillería” y que no sean sus funcionarios los que decidan si es conveniente exportar o no un producto, sino “el sector privado”.
“Vamos a tener (en Cancillería) dos espacios donde el sector privado va a tener un rol dominante para generar incentivar todo lo que sean exportaciones”, explicó.
Mondino también se mostró a favor de simplificar impuestos y avanzar en modificaciones a regímenes laborales y previsionales: “Tenemos que simplificar masivamente (impuestos) hay cosas que están gravadas tres veces. Todo crédito en Argentina tiene IVA, Ingresos Brutos e impuesto municipal: 21+7+8. Si querés sacar un préstamo para una moto o para una maquinaria maravillosa, tenés que pagar impuestos”.
En ese sentido, dijo que existe consenso en que, ante el gran desequilibrio fiscal, hay “dos soluciones” que se resumen “en subir impuestos o bajar el gasto”.
“Nosotros vamos para el lado de bajar el gasto para bajar impuestos. Está en todos ustedes, para explicar que los impuestos no pueden subir”, les dijo a los industriales presentes.
La misma lógica respecto a la necesidad de reducir el gasto público fue defendida por Francos, quien para ello eligió parafrasear dichos del expresidente Carlos Menem expuestos tres décadas atrás ante el mismo foro empresario.
“No hay industria sin pacto de convivencia, moneda sana, seguridad jurídica y estabilidad. Pasaron 30 años desde que pronunció esa frase y tenemos que seguir diciendo lo mismo”, remarcó.
Gasoducto Presidente Néstor Kirchner
La preocupación por la posible paralización de un nuevo tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner no estuvo ausente en la reunión del Centro de Convenciones de Buenos Aires.
Mondino se preguntó por qué ese gasoducto “tenía que ser estatal” y les dijo a los empresarios que sean ellos los que hagan “la quinta línea” de alta tensión.
Eliminación de la Secretaría de Comercio
Previamente, la economista había dialogado con los medios presentes y al referirse a la ya anunciada eliminación de la Secretaría de Comercio, afirmó que los controles de precios “nunca funcionaron”.
“Hay controles que son indispensables, el semáforo en rojo lo tenemos que cumplir todos y hay que controlar que se cumpla. Lo que no tiene que haber es el control de precios. Sabemos que el control de precios nunca funcionó. No los controles de higiene, de inocuidad. Precios Máximos tiene que desaparecer”, justificó.
Como dato que pueda ilustrar el estado de ánimo que primó entre los industriales asistentes al al evento está la frase de Diana Mondino: “Compren generadores, porque no hay energía para todos”. Un anticipo sobre las restricciones de energía que sufrirá la industria en el cercano y caluroso verano que se avecina.
Asimismo, la reiteración del concepto anunciado en distintas oportunidades sobre que el país “no ingresará” al “grupo BRICS”.
Carlos Ormachea, chairman de Tecpetrol y presidente de la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) abrió su exposición diciendo: “tenemos la chance de ser uno de los motores que en la Argentina que viene puedan impulsar ese retomar una senda de crecimiento para la Argentina”.
“Hay un mundo que va a demandar cada vez más energía. La Agencia Internacional de Energía ha publicado un documento que dice que de acá al 2030 la demanda mundial de energía va a crecer un 47%. Impulsada básicamente por los países en desarrollo, los países desarrollados probablemente mantengan un consumo casi estable, aumentarán su demanda pero lo compensarán con mejoras de eficiencia. Todo el resto de la demanda adicional viene del crecimiento del resto del mundo, países asiáticos, África y nuestro continente. A pesar de que las fuentes de energía renovables claramente van a tener una participación creciente del lado de la oferta de energía, los fósiles tienen todavía por bastante tiempo un rol que cumplir . Entonces tenemos ahí un mercado y Argentina tiene las condiciones para ser parte de la oferta que brinde una seguridad de suministro para un mundo que os va a demandar más energía”.
“Tenemos un recurso de clase mundial muy competitivo y nosotros ya hemos probado que tenemos la capacidad de producirlo de manera muy eficiente. Porque contamos con una industria del oil and gas que tiene muchos años de desarrollo en la Argentina, que ha ido integrándose paralelamente con el avance y el desarrollo de la producción de hidrocarburos y que en muchos casos ha salido de la Argentina a vender sus bienes y servicios en otros países de la región, acompañando a algunos de los productores locales que tomaron explotaciones en otros países”.
“Los proyectos de inversión en la industria de oil & gas necesitan dos cosas básicas: la primera es una regla de precios que arbitre y relacione los precios del mercado doméstico con los precios de exportación. Y la segunda es acceso a la divisa para poder repagar la inversión“, concluyó el chairman de Tecpetrol y presidente de CEPH.
Todos los integrantes de este panel coincidieron en sus palabras finales con la ratificación de los siguientes conceptos: respeto a las reglas consensuadas, a la legislación vigente y acceso a una divisa que responda a la realidad. A esta síntesis conceptual compartida por todos los integrantes del panel, Claudia Boeri agregó el concepto de “Talento”, como esencial para “desarrollar” la “Industria del Conocimiento”, habida cuenta de “los 10.000 puestos vacantes” que “existen” hoy en día en ella. (El Pregón Minero , El Pregón Energético)
Cristiano Ratazzi, ex titular de Fiat: “El dólar oficial va a estar más cerca del precio de mercado”
o.- (Andrés Lerner) El empresario realizó estas declaraciones a Ámbito luego de la Conferencia Anual de la UIA. También aseguró que “el ajuste hay que hacerlo”.
El ex titular de Fiat, Cristiano Ratazzi, afirmó que el precio del dólar oficial en el gobierno de Javier Milei “va a estar más cerca del precio de mercado”, que estaría entre los $820 y los $905, entre el MEP y el blue.
El empresario habló mano a mano con Andrés Lerner de Ámbito luego de la 29º Conferencia Anual de la UIA, donde afirmó que tiene una “enorme expectativa que Argentina vuelva a ser lo que era hace 100 años atrás”. Pero para ello, es necesario hacer un ajuste, “pero no será tan grande porque ya se ha hecho y se está haciendo día a día”.
Ratazzi: “Tengo una enorme expectativa que Argentina vuelva a ser lo que era hace 100 años atrás, líder a nivel mundial, uno de los países más ricos del mundo y que con pocos ajustes se puede hacer. Va a llevar tiempo porque son 100 años de desastres, pero se puede llegar y esa es la expectativa que tengo. Hay mucho potencial especialmente la exportación y hay mucho potencial de las industrias. Se tienen que reforzar y ser competitivas en el mundo”.
AL: ¿El ajuste tiene que ser medido o más profundo como plantea Javier Milei?
Ratazzi: “Un país con 50% de pobreza, 60% de niños pobres, 10% de indigencia, 20% por mes de inflación, un déficit incontrolable y dádivas por todos lados, tenemos una crisis enorme. El ajuste hay que hacerlo, pero no es tan grave porque el ajuste ya se ha hecho y se está haciendo día a día entre la pobre gente”.
AL: ¿Cómo puede impactar la estanflación?
Ratazzi: “A nadie le gusta la inflación, pero el primer periodo puede ser un poco de estanflación, pero esperemos que eso se elimine rápido. Hay maneras más rápida y más lentas. Yo no sé exactamente, cuál va a ser el sistema pero creo que hay que darle un golpe muy fuerte a la inflación y evidentemente no tener más esta payasada de un dólar a $ 365 que no tiene nada que ver con el dólar real del mercado que está a $ 920 a $ 830 el CCL, $ 840 el MEP. Va a estar más cerca de ese guarismo que es el dólar real, que está payasada que no se sabe para quién, para algunos privilegiados y muy pocos, y que le está haciendo un daño enorme a toda la Argentina”. (Ámbito Financiero, Buenos Aires, 01/12/2023)
“Vienen cambios y sabemos que van a doler”, anticipan los industriales
o.- (Silvia Naishtat) La millonaria deuda comercial y la caída de la actividad inquietan a la UIA. En el espléndido Centro de Convenciones de la Ciudad, con sus amplios salones en penumbra y decorado como si se tratara de un casamiento, unos mil industriales de todo el país compartían ayer una preocupación:
qué pasará con su deuda comercial que creció en u$s 30 mil millones en los últimos cuatro años y que totaliza u$s 50 mil millones. Los que esperaban un mensaje tranquilizador, quedaron aún más inquietos tras las declaraciones de la futura canciller Diana Mondino. La interpretaron como “arréglense”.
Algunos, como Martín Rappallini, dueño de Cerámica Alberdi y titular de los industriales bonaerenses, alertó sobre el cierre del crédito para insumos, quiebre de stocks y parate productivo con sus consecuencias. “Estoy de acuerdo con Mondino pero a qué dólar vamos a pagar, cuando el Estado no cumplió con los plazos prometidos”, señalaba, preocupado Norberto Taranto, líder en autopartes.
A Martin Cabrales se le preguntó sobre la libre competencia con el capital extranjero que se promueve: “Nosotros vivimos compitiendo, el tema es que haya reglas claras y parejas para todos”.
Los empresarios del norte, ansiosos por la reversión del gasoducto ante una Bolivia que se queda sin gas y que el próximo mayo amenaza a a esas provincias, anotaron otra definición de Mondino, acerca de que se hagan cargo. “No hay financiamiento para esa obra de urgente necesidad”, deslizaban.
La zozobra se extendió hacia otros temas puntualizados por Mondino como el fin de las licencias no automáticas para importar que “puede significar competencia desleal” o el precio de la energía para la industria en paridad con el de exportación. Replicaban que “hasta Alemania subsidia la energía para que su industria sea competitiva”.
Matizaba Carlos Blaquier, del poderoso grupo industrial Ledesma. Confesó: “Con Mauricio Macri tuve tres balances negativos, la plata no es todo. Soy optimista me parece que Milei ya puso los pies en la realidad y vamos a salir”.
La UIA esperaba para el cierre al presidente electo Javier Milei, pero en su lugar fue el designado ministro del Interior, Guillermo Francos, con un discurso que compensó los dichos de la futura cancller, pese a que insistió, como Milei, que no hay plata. Eso sí, les habló de etapas y aventuró diálogo y búsqueda de consenso.
La presidencia de la conferencia de la UIA recayó esta vez en Miguel Zonnaras Georgalos, tercera generación en una compañía que supo resurgir de sus cenizas y recuperar su marca insignia, el Mantecol. Al final, Daniel Funes de Rioja, presidente de la UIA, resumió: “Todos sabemos que vienen cambios y como dice el dentista, nos va a doler”. (Clarín, Buenos Aires, 01/12/2023)
Con una pesada herencia a cuestas, los empresarios se preparan para un shock
o.- (Francisco Jueguen) En la conferencia industrial de la UIA, hubo definiciones sobre lo que viene con Javier Milei.
La grieta –más allá del reclamo empresario por el diálogo– será una política de continuidad en la Argentina. Una foto de la época: detrás del escenario de la Conferencia Industrial de ayer, Axel Kicillof bajó las escaleras y se cruzó con Diana Mondino, que salía de hacer su presentación frente a unos 1000 empresarios. Solo a centímetros, se ignoraron. “No lo vi”, dijo la solitaria eventual canciller de Javier Milei. El referente económico de Cristina Kirchner, escoltado por su séquito, subió al escenario.
Hubo pocas certezas entre los empresarios. Pero una era segura: “Viene otro dólar”, adelantó un poderoso industrial en una de las mesas más cercanas a los expositores del encuentro organizado por la Unión Industrial Argentina (UIA).
“La situación es crítica”, relataron en una empresa de electrodomésticos que exporta a un país vecino y que no logra acceder al mercado de cambios para comprar insumos y producir. Allí temían además por la transición y el camino hasta que aparezcan dólares, recién en marzo. A la gran mayoría ya se les había acabado el crédito con bancos, proveedores o casas matrices. Las pocas SIRA que salen son a 360 días y las debería pagar el gobierno entrante. “Son papelitos; ya no sirven”, explicó el industrial, que recordó que, incluso, quedan algunas nominadas en yuanes. “¿Va a haber yuanes con Milei?”, se preguntó sobre el futuro del swap con China que aún engrosa las flacas reservas del Banco Central.
La herencia es gravísima. “Hay un blackout para pagar importaciones”, afirmó para reafirmar el cierre virtual de la Secretaría de Comercio. No solo crece el temor en las compañías de casi todos los rubros por la reactivación del flujo de divisas en el corto plazo y sus impactos –freno de producción, aumentos de precios y reducción del empleo– en las próximas semanas, sino también sobre el precio que tendrá ese dólar y cómo afectará la deuda comercial de las empresas, que el director ejecutivo de la UIA, Diego Coatz, dijo, se disparó en US$30.000 millones este año.
No fue el único miedo. Además de la urgencia por la falta de dólares, genera incertidumbre el grado de apertura comercial que impulsará Milei y el cimbronazo del inevitable ajuste que viene sobre la economía, incluida la obra pública. “Es como ir al dentista”, describió el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja. “Sabemos que va a doler, pero hay que ir. Pedimos que haya diálogo y medidas para sostener un piso mínimo”, dijo.
Milei, que pegó otro faltazo a la UIA, había anticipado horas atrás que se viene una “estanflación” –estancamiento más inflación– en la Argentina. Tras la derrota electoral, esa frase descongeló a Cristina Kirchner, que en TikTok afirmó que sería un futuro catastrófico. Curiosamente, a pesar de que en la entidad fabril esperan que la industria cierre el año casi un punto arriba frente a 2022, señalaron que mes a mes ya está cayendo. La inflación se prevé este año en casi 200%. Si la vicepresidenta quiere ver qué es una estanflación solo tiene que ubicarse frente a un espejo. Ya comenzó. Es cierto también que en la UIA creen que el ajuste –entre ellos, el freno de la obra pública en 2024– impactará profundamente en la actividad, pese a una mejor cosecha del campo.
En el encuentro industrial, Mondino fue el shock y Guillermo Francos, eventual ministro de Interior, el gradualismo. La economista del CEMA dejó tres títulos. “Las licencias no automáticas tienen que desaparecer”, afirmó sobre el fin del comercio administrado. Algunos sudaban en el auditorio. Pero Mondino subió la temperatura. Dijo que la deuda que dejaban las SIRA “es privada”. Solo aquellos que se habían apalancado en bonos duales (deuda ajustada por el tipo de cambio o la inflación), entre otros, respiraban en la sala. La tercera novedad –si no choca con los deseos de Luis Caputo– es que Mondino le dijo a La Nación que el manejo de las funciones de la Secretaría de Comercio Exterior serían absorbidos por la Cancillería y no por el Palacio de Hacienda.
Un importante empresario fueguino, con deuda comercial en dólares, veía venir una dolarización asimétrica de los pasivos en un escenario de desdoblamiento cambiario bajo la gestión Caputo. Pese al temor, indicó que las grandes firmas tomaron segurosde cobertura( Duales, Le div)y que veía una convergencia entre las cotizaciones del dólar futuro y el contado con liquidación (¿el futuro precio del dólar oficial?). Sin embargo, y pese a que señaló que la brecha se achicaría con una devaluación, pidió eliminar los impuestos –como el PAIS– que distorsionan el tipo de cambio. Los contratos eventuales de empleo en la isla, como le pasó a Mirgor, no se renuevan. Pese a que el consumo de la electrónica aguantaba, ya comenzó a desacelerar. Lo mismo esperan para los alimentos y bebidas en 2024.
“Si llegaron hasta acá, pueden aguantar seis meses más”, dijo Mondino a los empresarios. Agregó que espera que el Mercosur firme, con Alberto Fernández, el acuerdo comercial con la Unión Europea (UE). Antes había puesto en duda el ingreso en los Brics y había prometido un costo de la energía “competitivo”, pero export parity. “El que en enero no tenga un generador que compre uno”, advirtió sobre la posible crisis energética por venir. Criticó el peso de los impuestos, el aumento del gasto y prometió una “bruta desregulación” luego de trenzarse en el escenario con Coatz por la sequía y con el textil Luis Tendlarz por el futuro del reversal del norte. El eventual ministro del Interior, Guillermo Francos, citó a Carlos Menem dos veces y negó que haya a futuro “problemas de gobernabilidad”. El aumento del conflicto social es la sombra que pesa sobre Milei. Luego quiso tranquilizar: “Vamos a ir en etapas (…); no vamos a cometer un industricidio (…); vamos a construir un sendero entre todos”.
Kicillof, que venía de un encuentro con Francos y se cruzó con Alfredo Cornejo en el panel de gobernadores, alegó que la provincia aportaba 37% a las arcas nacionales y la coparticipación devolvía 22%. Dijo también con mate, termo y fotocopias en mano (un revival universitario), que su gasto per cápita era el menor del país. “Eso porque no cuenta las transferencias discrecionales y las inversiones de AySA”, ironizó un empresario en el vip.
Hubo pocos funcionarios. Paula Español (ex secretaria de Comercio) y Tomás Canosa (subsecretario Pyme) deambularon por los pasillos. Los gremialistas tampoco participaron: solo Rodolfo Daer. Sí fue curioso un hilo de posible continuidad industrial entre la política de Milei y la de Mauricio Macri: el exsecretario de Industria, Martín Etchegoyen no se privó de una charla en un escondido sillón con Federico Ovejero. El exejecutivo de GM es el hombre de Milei encargado de la transición industrial.
“Se vienen seis meses muy difíciles”, auguró el economista Bernardo Kosacoff, que pedía a gritos un macroeconomista en el gobierno. “Es una herencia muy complicada”, dijo Martín Rapetti, que prefería una salida más gradual. Para él, el shock podía renovar la confianza del mercado rápido, pero complicar la calle, lo que redundaría en un retorno a la desconfianza. “Es una época y un corto plazo muy complejos”, dijo el hombre de Accenture, Sergio Kaufman, en el vip mientras tomaba algo con Cristiano Rattazzi y Jaime Campos, presidente de AEA. “Se viene un país diferente”, afirmó Rattazzi. Campos pidió por “el más pleno desenvolvimiento del sector privado”. Afuera, en otra ronda, Adelmo Gabbi se reía de cómo su “gorilaje” no obstaculizaba el intercambio con María Laura Leguizamón, de raíces peronistas. Con su marido, Marcelo Figueiras (Richmond), ella les anticipaba la salida de su libro sobre cómo fue hacer vacunas en medio de la pandemia cuando reinaban los consensos. Los escuchaban Gustavo Weiss (Camarco) y Gustavo Cinosi (Sheraton). “Hay que superar la grieta”, sonrieron. Por ahora, la política no los escucha. (La Nación, Buenos Aires, 01/12/2023)