Tarifas y subsidios

Tarifas y subsidios

Cambio de régimen de subsidios: de generalizados hacia focalizados en usuarios vulnerables (I)
o.- (argentina.gob.ar) El Gobierno Nacional publicó en el Boletín Oficial el Decreto 465/2024, con el objetivo de pasar de un régimen de subsidios generalizado en materia energética, indiscriminado, con superposiciones de subsidios (por la existencia de regímenes especiales), hacia un sistema focalizado en usuarios vulnerables y más ordenado.
Para ello, se establece un período de transición de seis meses (prorrogable por otros seis más) en función de la evolución de la situación económica general y la dinámica del sector energético.
En ese sentido, se hacen una serie de modificaciones del Decreto 332/2022, que estableció la segmentación según la capacidad económica de los usuarios, conocida como N1 (ingresos altos), N2 (ingresos bajos) y N3 (ingresos medios):
a) Se dejan sin efecto los límites respecto del precio mayorista en el componente de la energía, de N2 (40%) y N3 (80%) sobre la base del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) para trasladar, progresivamente, a los usuarios finales los precios y tarifas reales de la energía. Dichos límites del CVS impedían seguir en el sendero de corrección de precios y tarifas que impulsa este Gobierno.
b) Por ello, se faculta a la Secretaría de Energía a:
i) Establecer bonificaciones o descuentos a los usuarios N2 (ingresos bajos) y N3 (ingresos medios).
ii) Establecer nuevos topes de consumo máximos subsidiados para N2 y N3, corrigiendo así un grave defecto del régimen anterior que alentaba el consumo ilimitado. Los excedentes se pagarán a precio o tarifa plena, es decir, sin subsidio.
Durante dicho período de transición, se monitoreará la evolución de todas las variables en juego, cruces de información, se impulsará el reempadronamiento y la actualización del RASE (Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos) a fin de asegurar que los usuarios estén en el segmento correspondiente según su nivel de ingresos.
El régimen de subsidios anterior, junto con la política energética de congelamiento tarifario, contribuyeron sustancialmente a la opacidad de las tarifas finales y a la confusión conceptual entre los montos efectivamente facturados a los usuarios y los subsidios. Eso, en contra de los intereses económicos de los propios usuarios conforme a las disposiciones del Artículo 42 de la Constitución Nacional, resultando casi imposible discernir según qué conceptos y por qué importes se abona el servicio respectivo.
En época de escasez y de ajuste de los recursos del Estado, es necesario rever y reordenar los subsidios, de manera progresiva, para contribuir al equilibrio fiscal sin descuidar la ayuda a los usuarios vulnerables.
Recordamos a los usuarios la importancia de hacer un uso eficiente y responsable de la energía. (El Pregón Energético, 29/05/2024)

Tarifas de luz y gas: cómo es la Canasta Básica Energética (II)
o.- (Antonio Rossi) Cuatro meses después de la fecha inicial en que iba a entrar en vigencia, el Gobierno de Javier Milei estableció una nueva “hoja de ruta” para la implementación plena de la denominada “Canasta Básica Energética” (CBE) que va a remplazar al actual esquema de subsidios tarifarios que rige para los servicios de energía eléctrica y gas desde el segundo semestre de 2022.
El nuevo régimen de subsidios—que estará limitado solo para los hogares calificados como “vulnerables” y eliminará la mayor parte de las bonificaciones actuales que tienen los clientes residenciales de bajos recursos y de clase media—comenzará a aplicarse en su totalidad a partir de diciembre, tras la instrumentación de una serie de medidas que deberá concretar la Secretaría de Energía a cargo de Eduardo Rodríguez Chirillo.
La quita y reducción de subsidios que prevé la nueva CBE afectará al 65% de los clientes residenciales de las empresas de luz y gas que actualmente están encuadrados en los segmentos N2 (bajos recursos) y N3 (sectores medios) y abonan solo entre el 4% y 20% de los costos reales de cada servicio.
Por medio del decreto 465/24, la administración mileísta resolvió que el debut pleno de la CBE se dará luego de un “Período de Transición hacia Subsidios Energéticos Focalizados” que se extenderá inicialmente desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre de 2024 y que, en caso de ser necesario, puede ser prorrogado por un plazo de 6 meses más.
La extensión del plazo de instrumentación de la Canasta Básica Energética-que Rodríguez Chirillo había prometido primariamente para marzo- permitirá, según el Gobierno, “una reestructuración de los regímenes de subsidios a fin de asegurar una transición gradual, ordenada y previsible hacia un esquema que permita trasladar los costos reales de los servicios; promover la eficiencia energética y asegurar, a los usuarios residenciales vulnerables, el acceso al consumo indispensable de energía eléctrica, gas por redes y gas envasado”.
El decreto establece que las autoridades energéticas “deberán desarrollar todas las acciones necesarias para una transición ordenada hacia precios de mercado y tarifas basadas en costos económicos mediante una gradual reducción de los subsidios actualmente vigentes”.
Tras abrir la puerta a un “traslado progresivo de los costos reales de la energía a los usuarios residenciales”, la norma destaca que “el período de transición permitirá disminuir el impacto del paso de un subsidio generalizado a un subsidio focalizado, a la vez que contribuirá a bajar el déficit fiscal, eliminando los topes a los aumentos según Coeficiente de Variación Salarial (CVS); autorizando el traslado gradual de precios mayoristas a las categorías N2 y N3; mejorando la focalización por revisión y actualización de los criterios de elegibilidad socio-económicos que aplican a cada segmento; disponiendo la efectiva realización de los cruces de información; y fijando límites a los volúmenes de energía subsidiados para todas las categorías de usuarios”.
Los cambios en juego
Los funcionarios de Energía quedaron facultados para llevar adelante las siguientes modificaciones al esquema de segmentación tarifario que había introducido el ex ministro de Economía, Sergio Massa:
-Revisar y cambiar los criterios de inclusión en cada uno de los niveles de segmentación, estableciendo criterios de exclusión a partir de indicadores de exteriorización patrimonial que indirectamente manifiesten nivel de ingresos. -La verificación de esos criterios en relación con alguno de los integrantes del grupo conviviente habilitará a rechazar la solicitud del beneficio o a excluir al hogar del padrón de beneficiarios.
-Establecer topes a los volúmenes de consumo subsidiados en todas las categorías y segmentos residenciales. En una primera etapa, podrá extender a los usuarios del Nivel 2 (bajos ingresos) los límites de consumo que ya rigen para los usuarios del Nivel 3 (sectores medios).
-Fijar niveles variables de descuentos o bonificaciones que recibirán los beneficiarios durante el período de transición por los volúmenes consumidos.
-Renovar periódicamente los volúmenes de consumo máximo a subsidiar, así como los montos o porcentajes de los descuentos, teniendo en cuenta la adquisición progresiva de hábitos de consumo eficiente por parte de los usuarios.
-Convocar a un reempadronamiento de los usuarios residenciales en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) y realizar los cruces de información con otras bases de datos nacionales o provinciales, a fin de actualizar el padrón de beneficiarios y minimizar los errores de inclusión y exclusión.
-Reemplazar o eliminar otros regímenes de beneficios tarifarios que se superpongan con la CBE y definir un nuevo esquema de subsidios para las entidades de bien público, clubes de barrios y otras categorías de usuarios sin fines de lucro.
Ayudas limitadas
Al justificar la implementación de la CBE, la administración mileísta consideró que “logrará revertir la situación de consumo ilimitado de los usuarios y del gasto del Estado que deriva de la aplicación del modelo de subsidios generalizados, logrando así una mayor eficiencia en su asignación y una verdadera justicia distributiva. (BAE, Buenos Aires, 29/05/2024)

Tarifas: energía busca cambiar el esquema de subsidios a partir de noviembre (III)
o.- (Nazarena Lomagno) El Gobierno determinó a través del Decreto 465/2024 un período de transición hacia la focalización de los subsidios. Será entre el 1 de junio y el 30 de noviembre. Durante ese tiempo, confirma incrementos en las tarifas. Luego, buscará implementar la Canasta Básica Energética.
El Gobierno finalmente iniciará el proceso de redirección de subsidios. Así lo determinó la publicación en el Boletín Oficial, que presenta el “Período de Transición hacia Subsidios Energéticos Focalizados”, con vigencia hasta el 30 de noviembre. Además, promueve el reempadronamiento en el RASE, con vistas a eliminar la segmentación del gobierno anterior.
El Decreto 465/2024 determina la reestructuración de los regímenes de subsidios a la energía a nivel nacional. Los objetivos son tres: trasladar a los usuarios los costos reales de la energía, promover la eficiencia energética y asegurar a los residenciales el acceso al consumo indispensable de energía eléctrica y gas.
Este esquema, que busca categorizar a los hogares según “situación de subsidiariedad”, estará vigente desde el 1º de junio hasta el 30 de noviembre de 2024. Sin embargo, podrá ser prorrogado por única vez, por un plazo de seis meses, si así la Secretaría de Energía lo dispone mediante resolución.
El objetivo central es cambiar la estructura de distribución de subsidios y focalizarlos bajo los parámetros de Canasta Básica Energética (CBE), marcada por criterio de ingresos y georreferenciación. De todos modos, sobre este punto no hay mayores novedades: el Decreto sólo habla de calibrar las variables de este régimen de subsidios en función de los resultados observados durante el Período de Transición.
Tarifas energéticas: cómo será el impacto en los usuarios
Bajo esta lógica, si bien el período de transición contempla descuentos para los usuarios de ingresos bajos (N2) y medios (N3), son los mismos sectores los que se verán inicialmente afectados porque el Decreto elimina el tope que impide aplicar incrementos que superen el 40% y el 80% del Coeficiente de Variación Salarial (CVS), respectivamente.
También se pondrá a revisión los criterios de inclusión en cada uno de los niveles de segmentación dispuestos durante la gestión de Martín Guzmán al frente del Ministerio de Economía. Asimismo, la Secretaría de Energía podrá establecer una única categoría de usuarios residenciales que requieran asistencia para acceder al consumo “indispensable” de energía.
Mientras tanto, la transición propone el otorgamiento de una serie de facultades al organismo que conduce Eduardo Chirillo, como el establecimiento de topes a los volúmenes de consumo subsidiados para todos los segmentos residenciales, tanto para la electricidad y gas, o bien la aplicación de descuentos o bonificaciones sobre los usuarios N2 y N3 en el componente energético de la tarifa.
Sobre este último punto, el Decreto propone compensar a las nueve empresas de distribución que dejan de recaudar al aplicar dichos descuentos y bonificaciones.
Al mismo tiempo, en una primera etapa podrán extender a los usuarios del Nivel 2 los límites de consumo que ya rigen para los usuarios del Nivel 3, de 400 KWH mensuales. Por encima de esas cantidades consumidas, se pagará el precio mayorista de gas y energía eléctrica “establecidos por la Secretaría de Energía o resultantes de la interacción de los agentes del mercado”.
Por último, la publicación en el Boletín Oficial asegura que durante la vigencia del Período de Transición se deberá considerar “la existencia de otros regímenes de beneficios y/o subsidios a la energía vigentes, a fin de recomendar o proceder a su adecuación, eliminación y/o reemplazo”. Sin embargo, Energía también deberá proveer un mecanismo para establecer beneficios que correspondan a entidades de bien público, clues de barrio y otras entidades sin fines de lucro.
Para el especialista titular de la consultora Paspartú, Juan José Carbajales, se trata del armado de una canasta básica energética “light”. Sin embargo, considera que la institucionalidad “debilitada” y el humor social “crecientemente resquebrajado”, serán clave para la viabilidad del intento “que ni el macrismo fortalecido pudo concretar”. (ámbito.com; 29/05/2024)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *