“Reputación en minería: comunicar con transparencia y sensibilidad en los momentos que más importan”

“Reputación en minería: comunicar con transparencia y sensibilidad en los momentos que más importan”

o.- (Por Verónica Lara, profesional de la comunicación) En minería, la reputación no se construye con comunicados. Se construye con decisiones, con vínculos y, sobre todo, con cómo se comunica lo que se hace.
En mi experiencia liderando comunicaciones internas y externas en una operación minera de gran escala, aprendí que no alcanza con hacer las cosas bien: también hay que contarlas bien, en el momento correcto, con el tono adecuado y por los canales correctos.
En momentos sensibles, comunicar no es una opción. Es una responsabilidad.
Los contextos de crisis —como incidentes con impacto en personas, medio ambiente o comunidad— nos interpelan profundamente. Son situaciones que ponen a prueba los valores, la coherencia y la capacidad de escucha de una organización. Y también exigen un nivel de comunicación que combine tres dimensiones clave:
Transparencia: decir lo que sabemos, sin esconder ni exagerar.
Asertividad: claridad en los mensajes, sin dejar lugar a ambigüedades.
Sensibilidad: empatía genuina hacia quienes están directa o indirectamente afectados.
En esos momentos, los canales de comunicación no son solo herramientas, son puentes. Y como tales, deben estar bien diseñados, mantenidos y activados con criterio.
¿Qué canales funcionan cuando hay mucho en juego?
Reuniones informativas cara a cara con autoridades, comunidades o trabajadores: no reemplazables por ningún canal digital.
Gráficas y materiales visuales simples: para explicar medidas, procesos o cronologías sin tecnicismos.
Redes sociales con escucha activa: no para responder todo, pero sí para registrar qué preocupa a la comunidad.
Espacios de retroalimentación interna: como el chatbot corporativo, encuestas o encuentros de diálogo para evitar rumores y cuidar a los equipos.
La reputación es acumulativa, pero también frágil.
La forma en que comunicamos en un momento crítico puede reforzar —o dañar— años de trabajo bien hecho. Por eso, es clave prepararnos: entrenar voceros, anticipar escenarios, y construir confianza antes de que ocurra una crisis.
Comunicar con rapidez, pero sin perder humanidad. Ser claros, pero sin perder empatía. Escuchar antes de responder. Eso es lo que marca la diferencia.
La minería del futuro necesita más que tecnología. Necesita credibilidad, y eso se gana todos los días, en cada mensaje. (El Pregón Minero)

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