Rebaja del Impuesto País: el Ministro de Economía lo informó vía redes
o.- El Ministro de Economía, Luis Caputo, posteó:” ¡Importante! A partir del lunes 2 de septiembre la alícuota del Impuesto País para la importación de bienes y fletes se retrotraerá del 17,5% al 7,5%. Prometimos y cumplimos!”
Sin embargo, y mal que le pese a muchos, no abarca los gastos de turismo en el exterior.
Según cálculos oficiales, esta rebaja implicaría una caída del 40% en la recaudación.
“El impuesto, creado al comienzo del gobierno de Alberto Fernández, le ha permitido compensar al Gobierno nacional la caída de ingresos tributarios por el menor nivel de actividad económica. Entre enero y julio acumuló 4,2 billones de pesos, casi tanto como el de los Débitos y Créditos Bancarios, que marca el nivel de la economía “en blanco”, y que sumó 4,6 billones.”, explica ámbito.com.
Impacto
“La rebaja del impuesto implicará un abaratamiento del dólar comercial al que acceden los importadores, que pasará de los $ 1.116 actuales a unos $ 1.004. Sin embargo, desde el Palacio de Hacienda no esperan una avalancha de operaciones, debido al stock acumulado de bienes importados y la caída de la demanda por la recesión que se refleja en la caída del 26% de las importaciones.
La medida es una clara señal hacia las negociaciones que el Gobierno de Javier Milei quiere emprender con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en medio de las tensiones que genera con el organismo la continuidad del cepo cambiario y la negativa a aplicar una nueva devaluación.
Es dable recordar que en junio, cuando el organismo desembolsó unos u$s 800 M, insistió en un tipo de cambio “más flexible” (en lugar de las subas del 2% mensual), y Economía ratificó el compromiso de eliminar el dólar exportador o “blend” a fines de junio y la eliminación del impuesto PAIS antes de fin de año. De manera que se espera la eliminación total de la alícuota para diciembre.
Si bien en un principio se especuló con la posibilidad de que la rebaja incluyera también los gastos de turismo en el exterior, el Ministro dejó en claro que, al menos por el momento, se circunscribirá a la importación de bienes y fletes, por lo que la reducción para paquetes y viajes internacionales deberá esperar.
Caída de turistas internacionales
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), durante julio, cuando el turismo internacional de invierno está en plena temporada alta, ingresaron al país 959.0000 visitantes, pero las salidas al exterior alcanzaron a 1.190.400 de residentes, por lo que el sector turístico dejó un saldo negativo de 231.400 viajeros. Una reducción en la alícuota para gastos de turismo en el exterior podría impactar fuertemente en las alicaídas reservas del BCRA.
El dólar turista para consumos con proveedores del exterior se paga por encima de los $ 1.500 según el tipo de cambio minorista del Banco Nación, con una carga tributaria del 60%. Este valor es más caro que el dólar blue a $ 1.355 y más caro que el MEP.
La carga impositiva sobre el dólar turista es la siguiente:
al tipo de cambio minorista del banco de cada consumidor se aplica un plus del 30% del dólar minorista del Nación en concepto de Impuesto PAIS y otro 30% de percepción a cuenta de Ganancias o Bienes Personales.
Según lo informado hasta el momento, ninguno de esos dos extras desaparecerá en septiembre. (El Pregón Minero, 28/08/2024)
Baja del impuesto País y dólar quieto, todo sea por bajar la inflación
o.- (Daniel Fernández Canedo) La baja de diez puntos de la tasa del impuesto País que rige sobre las importaciones abre una nueva etapa en el plan del Gobierno en el intento de bajar la inflación. La decisión (baja de 17,5% a 7,5%) era largamente esperada por el comercio y las empresas que ahora verán abaratadas sus importaciones y, previsiblemente, parte de sus pagos al exterior postergados.
Para el Tesoro la clave estará en lograr compensar hasta fin de año la caída de recaudación vía los impuestos a las Ganancias y a los Bienes Personales, además de las liquidaciones del campo y de las multas del blanqueo. Los expertos dicen que será todo un desafío.
Una reducción del costo de importar conjugado con la decisión del presidente Javier Milei de mantener a rajatabla el esquema de subir 2% por mes al dólar, y mantener el dólar “blend”, constituye un operativo cerrojo sobre la inflación.
Una de las preguntas del millón es si el Gobierno conseguirá los dólares necesarios para financiar el dólar aquietado en la segunda parte del año, un punto sobre el que siguen resonando los dichos del economista Ricardo Arriazu respecto del costo que tendría para el Gobierno una devaluación.
Arriazu, uno de los economistas más consultados por los empresarios y que sigue el Presidente, alertó que “si devaluamos explotamos todos por los aires. Se acabó Milei, se acabó todo” y para el Gobierno eso fue validar su política actual de un tipo de cambio actuando como ancla para frenar los precios.
En la semana, el Presidente cerró un capítulo de la polémica al decir que la Argentina no necesita dólares del exterior y que ya garantizó los dólares para cumplir con los vencimientos de deuda hasta el comienzo de 2025.
Sin embargo, los mercados no parecen convencidos y la tasa de riesgo país sigue arriba de los 1.500 puntos en lo que se interpreta como un termómetro de la confianza en materia financiera.
Para el Tesoro, la clave estará en lograr compensar hasta fin de año la caída de la recaudación.
Fue precisamente Arriazu el que sostuvo que la Argentina necesita bajar el riesgo país a 800 puntos para conseguir refinanciar los vencimientos de deuda a partir de 2025.
Y reconoció que se siente como en el cuento del gallego que va a contramano por la autopista y piensa que los que van contramano son todos los demás respecto a la capacidad de que aparezcan u$s 6.000 M en lo que resta del año.
Para Arriazu se trata de un resultado monetario como consecuencia de un aumento de demanda de base monetaria y la caída de la oferta de crédito interno como consecuencia de no tener déficit fiscal. Como la economía hoy funciona con una cantidad bajísima de pesos, el aumento de demanda de pesos demandará liquidación de dólares.
“Es una identidad contable y un fenómeno monetario” sostiene el economista basándose en el supuesto de un aumento de la confianza, que se traduzca en una mayor demanda de pesos para lo cual los tenedores de dólares deberían desprenderse de sus tenencias.
Parte de la evidencia de esa forma de pronosticar es el resultado cambiario de agosto en el que durante 15 ruedas consecutivas, hasta ayer que debió vender u$s 75M, el Banco Central había comprado dólares.
Ahora, el balance cambiario del mes arroja un saldo positivo para el Central de u$s 464 M pero las ventas del martes 27 encendieron un llamado de atención.
La vigencia del dólar “blend” que establece que el 80’% de las exportaciones se liquiden al dólar oficial y 20% al contado con liquidación junto con la intervención subrepticia del BCRA ayudaron a la baja a 36% de la brecha cambiaria, otro de los resultados que está bajo observación.
Con el “blend”, el dólar resultante gira en $ 1020, un 8% arriba del mayorista lo que, hasta ahora, parece poco para incentivar las liquidaciones postergadas de la cosecha. En agosto, el esquema de dólar creciendo al 2%, “blend” para contener la brecha y escasez de pesos, desembocaría otra vez en una inflación de 4%, o algo menos (el ministro Caputo dijo que comenzaría con 3) según el seguimiento de Marina Dal Poggetto.
En el ideario de una parte del mercado, la jugada de intentar bajar la inflación al 2% para hacerla converger con la devaluación era, hasta unas semanas, la jugada para generar un salto cambiario moderado a fin de año para balizar un 2025 con dólar estable hasta pasar las elecciones legislativas de octubre que resultan clave para Milei.
En ese marco, cobra relevancia la incorporación de José Luis Daza como viceministro de Economía en reemplazo de Joaquín Cottani.
Daza es un economista reconocido y, quienes lo conocen, destacan su buena relación con el Fondo Monetario Internacional al punto de coincidir sobre uno de los temas más sensibles para llegar a un nuevo acuerdo con el organismo: la necesidad de una devaluación como paso previo a la obtención de nuevos fondos.
Ese tema y el levantamiento del cepo siguen vigentes como focos de incertidumbre frente a un Presidente que insiste en que no devaluará ni cederá la meta de superávit fiscal pero que en la política transita días por arenas movedizas. (Clarín, Buenos Aires, 28/08/2024)
