Pese a las reservas bajas, el mercado celebró los avances con el FMI
o.- (Mariano Cuparo Ortiz) Las brutas cerraron el viernes en niveles mínimos y se espera otra baja este lunes. El mercado recibió con una baja del 11% del riesgo país la promesa oficial de que el acuerdo está casi definido. Economistas advierten que la deuda no cae y que si sigue el déficit externo, esos dólares se irán rápido
Pese a que las reservas están en niveles mínimos, la promesa oficial acerca de que un acuerdo con el FMI ya está casi cerrado y que implicará un importante ingreso de desembolsos en divisas, junto con la aclaración del propio Fondo de que un decreto no será problema para avanzar en la firma definitiva, generó algo de euforia en los mercados: el riesgo país cayó fuerte en la semana y volvió a perforar los 700 puntos hasta cerrar en 692 puntos.
El nuevo acuerdo todavía no es un hecho, pero se erigió en el tema de discusión principal. Economistas advierten por dos cuestiones: por un lado, que no resulta probable que la deuda externa caiga si van a ingresar fondos nuevos y, por otro, que si sigue el déficit de cuenta corriente externa las divisas tardarán poco en esfumarse, dejando un impacto a largo por el nuevo endeudamiento externo.
Efectivamente, más allá de los títulos en medios que dieron a entender que el Gobierno enviaba al Congreso el acuerdo por decreto, lo cierto es que, más allá de que los DNU rigen en forma automática y no es que se envían al poder legislativo sino que este tiene la capacidad de rechazarlos, todavía el staff del FMI no publicó ningún documento. En marzo del 2022, último ejemplo de un staff level agreement, primero el Fondo difundió la letra del acuerdo, después el Congreso lo trató y después el Directorio le terminó de poner el sello. Eso, hoy, todavía no sucedió.
Pero el Gobierno necesitaba darle un mensaje contundente al mercado para que los bonos de la deuda soberana dejaran de bajar de precio y lo logró con cierta contundencia: el riesgo país, que hacia los últimos días de febrero había trepado hacia su pico más alto del 2025, de 780 puntos, justamente por la falta de acuerdo con el FMI y unas reservas en niveles mínimos más un creciente atraso cambiario que llevó a cumplir ocho meses de rojo en la cuenta corriente externa, se desplomó en forma sostenida durante la semana pasada un 11,3% hasta los 692 puntos.
Por el lado de las reservas, en el caso de las brutas, terminaron el viernes pasado en u$s 28.087 M y la venta de u$s 224 M que protagonizó el BCRA el viernes pasado mostrará algo de su impacto este lunes. Se trata de niveles mínimos desde septiembre del año pasado. Las netas están en un negativo de alrededor de u$s 10.000M. Aunque un préstamo nuevo del FMI ayudará a mejorar esos números en el corto plazo y generará un puente muy útil a nivel electoral, el problema será la salida crónica de dólares que generan los pagos de deuda, la intervención del BCRA sobre la brecha, la caída de depósitos en moneda dura y el turismo por el atraso cambiario, a lo que se suman las importaciones de bienes, en un año en el que se espera un rebote del PBI.
Desde LCG advirtieron: “Por supuesto, sigue siendo incierta la condicionalidad para nuevos desembolsos: el apoyo del gobierno de EE.UU. y el beneplácito del FMI a la conducta fiscal y los logros en términos de inflación siguen chocando con la postura histórica (y acentuada desde la última evaluación expost (EEP) de ese organismo sobre el acuerdo ampliado de 2022, de enero de este año) en donde el staff enfatiza el aprendizaje hecho sobre no prestar si no están todas las condiciones de equilibrio macroeconómicas garantizadas (en criollo: no se debe prestar a ningún país que quiera defender una paridad cambiaria no competitiva)”.
Y agregaron: “A la par de la reducción del riesgo país, el BCRA intervino en los dólares paralelos, las reservas siguen sin aumentar y el viernes se comunicó que hubo ventas netas en el mercado de cambios (que se registrarán el lunes en reservas). Para aclarar, lo que veníamos viendo en las últimas semanas era compras netas de divisas por parte del BCRA (por comex y liquidaciones de préstamos en dólares), que se más que compensaban con ventas de dólares en el mercado de títulos para mantener la brecha a raya, pagos de deuda y reducción de encajes por bajas de depósitos en dólares”.
Entre economistas descartaron la posibilidad de que recibir nuevos desembolsos del FMI puedan implicar una baja del endeudamiento tal como afirmó el comunicado de la Oficina del Presidente de la Nación. El investigador del Conicet Nicolas Dvoskin reseñó con un ejemplo práctico, dejando de lado el artilugio contable de que las Letras Intransferibles que recomprará el Tesoro será a valor de mercado: “Si miramos la deuda consolidada, que es la variable que el Gobierno viene usando para decir que la deuda no está subiendo, la deuda del Estado sube. Si tenés una caja con ahorros en el placard para los 15 de tu hija, y a veces sacás plata de ahí para gastos y dejás un papelito en la caja, y un día vas a la cueva y pedís un préstamo, y con eso vas y devolvés lo que habías sacado de la caja y te llevás los papelitos, ¿no te endeudaste?”
El ex secretario de Política Tributaria, Roberto Arias, advirtió que si hay rojo de cuenta corriente (aunque el 2024 terminó en el total con un superávit de USD1.695 millones gracias al impulso de la devaluación en el primer semestre, los últimos ocho meses estuvieron en rojo y acumularon una salida de divisas de u$s 9.128M), los dólares que ingresarán por la cuenta financiera gracias al FMI durarán poco: “Ojo con acumular reservas con deuda, pan para hoy, hambre para mañana. Si el programa funciona o no dependerá de la situación del frente externo: si el país entra en déficit de cuenta corriente, los dólares que tiene el BCRA gracias al programa del FMI se esfumarán rápidamente. Cuando se acaben los dólares que te da el FMI, se puede dar una devaluación descontrolada, lo que nadie quiere”. Y viceversa. (BAE, Buenos Aires, 10/03/2025)
