Paolo Rocca: “La comunidad tiene que pedir que el sistema educativo rinda sus cuentas”

Paolo Rocca: “La comunidad tiene que pedir que el sistema educativo rinda sus cuentas”

o.- (Lucila Marin) Para el CEO del Grupo Techint, Paolo Rocca, la “debilidad estructural afecta la capacidad de crecimiento en la industria”; Día de la Educación, en Campana. Y se mostró preocupado por la calidad educativa.
“En nuestro país tenemos una debilidad estructural que afecta la capacidad de crecimiento en la industria y este es el componente inicial para el desarrollo y el progreso del país”, definió ayer Paolo Rocca, CEO del Grupo Techint, durante la cuarta edición del Día de la Educación Roberto Rocca en la escuela técnica que lleva el mismo nombre, en Campana.
Paolo Rocca ahondó en cómo quienes operan en la industria sienten la deficiencia del nivel educativo y ejemplificó: “El esfuerzo que hicimos para construir la planta para el Proyecto La Calera para Pluspetrol en Neuquén; tuvimos que entrevistar a 10.800 personas para conseguir 3800. Los candidatos fallan en preguntas simples. Por ejemplo, si con dos litros de aceite puedo sostener cuatro motores, ¿cuántos litros de aceite necesito para sostener 10 motores? O una máquina produce 20 piezas, ¿cuántas máquinas se necesitas para producir 100 piezas?”.
“Si no hacemos frente a esta debilidad, nos vamos a encontrar con un país muy complicado”, indicó. Los números lo avalan. Los últimos resultados de las pruebas estandarizadas nacionales indican que uno de cada dos chicos del nivel primario no comprende lo que lee y uno de cada 10 directamente no sabe leer. La dificultad se traslada a la secundaria, ya que en lengua poco menos de la mitad están en niveles básicos y en matemática apenas el 14,2% de los estudiantes de último año alcanzan el nivel esperado.
Por su parte, Mariano Narodowski, director del área de Educación de la Universidad Torcuato Di Tella y autor del libro El colapso de la educación, señaló que el colapso no es una metáfora ni una caracterización, sino un sistema en el que sus circuitos se retroalimentan negativamente y tienden a una parálisis técnica.
“Es un entramado que no incentiva el compromiso con los resultados”, planteó.
“Mi diagnóstico es que a la dirigencia no le importa la educación, no hablo solamente de la política, sino de la dirigencia empresaria, sindical, universidades. No estoy diciendo que no haya actores, pero no formamos masa crítica que una vez que se desata no puede parar. No hay mucha conversación entre los actores, no hay mucho acuerdo”, sumó.
“Hemos perdido la precisión respecto de cómo educamos a los chicos en la escuela primaria en términos de un cierto orden: autoridad del docente, horarios, no se puede faltar. El ausentismo en la Argentina es increíble. No es fácil ser docente hoy, antes era mucho más fácil”, analizó Narodowski.
Cambios
Rocca consideró que la otra debilidad estructural del sistema es el abandono, y recordó que apenas el 13% de los estudiantes secundario terminan en tiempo y forma el colegio. “La comunidad tiene que pedir que el sistema educativo rinda sus cuentas”, marcó, y destacó que también es necesario levantar la educación en la agenda pública.
Gisela Scaglia, vicegobernadora de Santa Fe, consideró que el sistema debe cambiar adaptándose a las nuevas necesidades y que es necesario aceptar que no volverá más a ser como la secundaria del pasado. Otro de los puntos que marcó para modificar es el anonimato de las evaluaciones: “La evaluación no tiene que ser anónima porque uno no sabe a quién llegarle. Lo que nosotros hicimos tiene nombre, porque al otro día de los resultados lo que uno tiene que hacer es identificar sobre quiénes actuar. Si en una escuela hay 10 chicos que entienden, hay que focalizarse sobre los otros 30”.
“Me parece que eso también en la Argentina parecía una mala palabra. La evaluación era estigmatizante y creo que ahí nos perdimos un montón de tiempo y errores que no nos permitieron avanzar. Y eso, me parece, lo tenemos que romper entre todos”, opinó.
Del último panel de la jornada participó Claudio Poggi, gobernador de San Luis, e Irene Wentinck, socia y directora de WTK Conductores Eléctricos, miembro de la junta directiva de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Uipba) y presidenta de la Comisión de Diversidad e Inclusión de la Unión Industrial Argentina (UIA).
“En Brasil tienen un valor muy superior las evaluaciones, de eso dependen los fondos que reciben. El financiamiento federal y nacional tiene que ver con los resultados que obtienen”, ejemplificó José Manuel Thomas, secretario general del Consejo Federal de Educación (CFE), y sumó que las escuelas tienen sus resultados pegados en el frente de los establecimientos. En el caso de la Argentina, los resultados de las pruebas Aprender, que evalúan capacidades en lengua y matemática, proporcionan una visión general del rendimiento a nivel nacional, regional y por jurisdicción, pero no se difunden identificados por establecimiento, grado, ni alumnos.
Thomas participó del panel “Políticas públicas educativas que acompañan el desarrollo del empleo” junto con Priscila Cruz, presidente y cofundadora de Todos Pela Educação Brasil, y Mariana Albarracín, directora de la Escuela Rocca. La primera ponencia estuvo a cargo de Cora Steinberg, especialista de educación en Unicef Argentina, que ahondó sobre la región. Le siguió Eric Roe, decano del Colegio de Negocios, Ingeniería y Tecnología de la National University, Austin, Texas, que disertó sobre las trayectorias educativas para el desarrollo sistémico de empleos de calidad.
“No nos puede pasar como país que tengamos la cachetada de los resultados Aprender de la semana pasada. Si hacemos un doble clic con el nivel socioeconómico, el 95% de los chicos no alcanzan el nivel suficiente de matemática en niveles socioeconómicos bajos. (La Nación, Buenos Aires, 12/06/2025)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *