Nucleoeléctrica firmó memorando con la canadiense Candu Energy para potenciar la energía nuclear
o.- El acuerdo, rubricado en la Embajada de Canadá en Buenos Aires, permitirá ofrecer servicios integrales de ingeniería, asistencia técnica y mantenimiento a centrales CANDU en diferentes países del mundo.
Nucleoeléctrica consolida un camino de expansión que combina capacidades industriales locales, décadas de experiencia y una demanda mundial creciente por energía limpia.
En un paso decisivo para su estrategia de internacionalización, Nucleoeléctrica Argentina (NASA) firmó un Memorando de Entendimiento (MoU) con Candu Energy, la empresa canadiense del grupo AtkinsRéalis especializada en tecnología nuclear.
El acuerdo, rubricado en la Embajada de Canadá en Buenos Aires, permitirá ofrecer servicios integrales de ingeniería, asistencia técnica y mantenimiento a centrales CANDU en diferentes países del mundo.
El entendimiento fue firmado por Demian Reidel, presidente de NASA, y marca el inicio de una cooperación que combina la larga trayectoria técnica de la empresa argentina con la plataforma global y la inserción internacional de Candu Energy.
“El mundo vive un renacimiento nuclear, y Argentina está preparada para ser protagonista”, afirmó Reidel durante el acto. Destacó además que el acuerdo “refleja la capacidad del país para transformar décadas de conocimiento en valor concreto, proyectando el expertise argentino en mercados que demandan energía limpia, segura y confiable”.
Tecnología CANDU: un activo global con sello canadiense y experiencia argentina
Los reactores CANDU -que funcionan con uranio natural y utilizan agua pesada como moderador y refrigerante- son una de las tecnologías más extendidas a nivel global. Están presentes en Canadá, Corea del Sur, China, Rumania, India y Pakistán, y su confiabilidad los vuelve un estándar de referencia para proyectos de modernización y extensión de vida.
Argentina tiene una posición privilegiada en este segmento gracias a la Central Nuclear Embalse, en Córdoba, considerada una de las plantas CANDU con mejor desempeño del mundo. Nucleoeléctrica ejecutó allí uno de los proyectos de extensión de vida más complejos del sector nuclear, permitiendo su segundo ciclo operativo desde 2019.
Esa experiencia -sumada a la actual extensión de vida de Atucha I y al nuevo almacenamiento en seco de combustible gastado- consolidó la capacidad técnica de la empresa para ofrecer servicios de alto valor agregado a nivel internacional.
Un acuerdo que potencia la exportación de servicios nucleares argentinos
El Memorando de Entendimiento establece una plataforma de cooperación que permitirá ofrecer servicios conjuntos para plantas en operación y para futuras centrales CANDU. La alianza apunta a que Argentina amplíe su presencia en áreas como:
-ingeniería nuclear,
-soporte técnico especializado,
-mantenimiento de componentes críticos,
-modernización de sistemas y renovación de plantas.
Según explicaron ambas partes, el mercado global atraviesa una nueva etapa de crecimiento impulsado por la transición energética, la demanda de energía sin emisiones y la búsqueda de tecnologías confiables para la descarbonización.
Embalse: un caso de referencia global
La Central Nuclear Embalse -que genera el 3% de la electricidad del país- cuenta con 683 MW de potencia instalada y opera desde 1983.
Tras la obra integral de extensión de vida, se posicionó entre las plantas de mayor disponibilidad operativa del mundo.
Su performance técnica es uno de los principales argumentos que Nucleoeléctrica proyectará en mercados internacionales.
Un salto en la estrategia nuclear argentina
Con este acuerdo, Nucleoeléctrica consolida un camino de expansión que combina capacidades industriales locales, décadas de experiencia y una demanda mundial creciente por energía limpia. Para la empresa, se trata de un salto cualitativo que refuerza el rol de Argentina como proveedor confiable de servicios nucleares avanzados.
Desde su creación en 1994, la compañía opera las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse, y lidera proyectos de extensión de vida, gestión de combustible y desarrollos estratégicos. El nuevo entendimiento con Candu Energy amplía ese horizonte y coloca a la industria nuclear argentina en el mapa de los grandes proveedores globales del sector. (ámbito.com; 17/11/2025- 19:53hs)
Buscan vender servicios a Canadá y evitar la fuga de ingenieros nucleares
o.- (Santiago Spaltro) Nucleoeléctrica Argentina, en proceso de privatización, lo acordó con la canadiense Candu Energy.
La energía nuclear vuelve a estar en auge en el mundo, de la mano del crecimiento de la demanda eléctrica por la inteligencia artificial y la transición energética, por su papel como fuente limpia, segura y estable de abastecimiento.
Sucede una década después de que tomaran fuerza los movimientos antinucleares tras el accidente de Fukushima, Japón, en 2011. En esa línea, la empresa pública Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA) -operadora de las 3 centrales nucleares que tiene el país y en proceso de privatización-, firmó un acuerdo con la canadiense Candu Energy para explotar en el futuro las capacidades de los ingenieros argentinos y retener su conocimiento, mediante la venta de servicios de ingeniería, asistencia técnica y mantenimiento.
Candu Energy pertenece al grupo canadiense AtkinsRéalis, que se dedica a servicios de ingeniería y construcción.
Su tecnología es usada en unas 30 centrales nucleares de todo el mundo, principalmente en Canadá, pero también en China, Corea del Sur, India, Pakistán, Rumania y Argentina, en la central de Embalse, Córdoba, que se le hizo una extensión de vida útil entre 2016 y 2019.
Con la firma del presidente de NASA, el físico Demian Reidel (muy cercano a Javier Milei), se estableció en la embajada de Canadá en Buenos Aires un Memorándum de Entendimiento (MOU) que fortalecerá la presencia argentina en el mercado nuclear global, comunicaron.
Según pudo saber Clarín, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) firmó un acuerdo similar con Candu hace dos semanas.
La intención oficial es reactivar el sector nuclear, cuyo único proyecto de magnitud es la extensión de vida útil de Atucha I -en marcha desde el año pasado y hasta marzo 2027-. La caída en los salarios de los ingenieros se profundizó en los últimos años y los profesionales encuentran otros destinos mejor pagos, como en el exterior o en Vaca Muerta.
NASA es la operadora de Atucha I, Atucha II y Embalse, con una potencia instalada nuclear de 1.763 megavatios (MW), el 4% del total de las fuentes que tiene Argentina. Por la venta de energía al sistema interconectado nacional a u$s 65,4 por megavatiohora -más barato que el promedio de u$s 78,96-, factura por año u$s 600M. El negocio de la venta de servicios, por ahora en etapa de “entendimiento”, de concretarse significa u$s 10 M extra anuales. Si bien marginal, la operación sirve para retener a talentos de la industria nuclear argentina, que en NASA ganan $ 4 M por mes y en la CNEA, en torno a $ 2M. (Clarín, Buenos Aires, 19/11/2025)
