Mujeres en Red: “Otras formas de volver a nacer”. Entrevista Mercedes Pagés, analista senior de Relaciones Comunitarias de Vicuña y a María Soledad Méndez Parnes, superintendente de Relaciones Comunitarias Vicuña

Casa de San Juan en CABA: “Encuentro de Mujeres”

Mujeres en Red: “Otras formas de volver a nacer”

o.- El Pregón Minero entrevistó a Mercedes Pagés, analista senior de Relaciones Comunitarias de Vicuña y a María Soledad Méndez Parnes, superintendente de Relaciones Comunitarias Vicuña, quienes explicaron cómo fue naciendo este núcleo de “Mujeres en Red” ya que fueron uno de los ejes visibles que desde la actual Vicuña -antes Proyecto Josemaría – impulsaron los emprendimientos de estas “actuales” Mujeres en Red.
Un impulso basado en el concepto de construcción o reconstrucción de las vidas de las mujeres que acompañaron y acompañan la actividad minera [sin ser mineras] porque “.. tienen que construir y construir es sortear obstáculos” y “muchas veces es barajar y dar de nuevo…”, de alguna manera… volviendo a nacer.

El Pregón Minero. Hoy, en el festejo del Día de la Mujer Minera que realizó la Casa de San Juan en Buenos Aires están por presentar: ¿Cómo fue su historia, cómo arrancamos? El libro donde cuentan sus experiencias de vida. ¿Qué nos pueden decir, de este que llamamos “renacer”?
Mercedes Page: Estamos en la casa de San Juan, fuimos invitadas por el director Eduardo Licciardi, director de la Casa de San Juan, a presentar el libro de Mujeres en Red en esta jornada del Día de la Mujer Minera.
Este libro empezó con la idea de llevarlo a cabo hace dos años atrás. Fue un proceso muy lindo. Quisimos plasmar las historias de las mujeres dentro de la red de nuestro programa de inversión social: Mujeres en Red, del departamento de Iglesia, [San Juan] Este proceso fue de un año en el que estuvieron acompañadas por un profesional que las ayudó a plasmar sus historias de vida en lo que hoy es el libro “Otras formas de volver a nacer”.
Soledad Méndez: Complementando, Mujeres en Red es un programa de inversión social que nació hace tres años atrás, casi cuatro ya, con el objetivo -en principio- de visibilizar a la mujer emprendedora iglesiana, fortalecer su emprendimiento, pero por sobre todas las cosas con el propósito de crear la primera red de mujeres de Iglesia. Y un poco esta idea de red tiene que ver con respondernos una pregunta, que es cómo poder innovar socialmente en programas de género en un contexto como puede ser el iglesiano, que no es un contexto virgen en este sentido. Es decir, programas focalizados en la mujer tienen su recorrido hecho por distintos actores en el territorio. Entonces, ¿qué podía sumarse de diferente? Y allí observamos que lo diferente era la red. Esto es que dé las soluciones a esta mujer que -en muchos casos- era jefa de hogar, en otros casos no, en otros casos era la persona que tenía de cuidado y que tenía un hobby y su hobby podía ser cocinar, podía ser coser, podía ser tejer, pero que ese hobby podía convertirse en un ingreso para su hogar.
Consideramos que la forma en que ellas tenían de potenciarse unas con otras era trabajando en equipo, trabajando de manera colaborativa, no viendo a la otra mujer como su competencia, sino con alguien con quien podría hacer alianzas comerciales y demás.
Hoy, Mujeres Sin Red reúne cerca de 60 mujeres iglesianas que participan de manera activa en las diferentes líneas de trabajo que propone el Programa, que van desde la asistencia técnica, la capacitación, el apoyo financiero, el coaching, el mentoreo, la apertura de nuevos canales comerciales. Y un poco este libro refleja eso, la posibilidad de darle a la mujer iglesiana VOZ.
El Pregón Minero: ¿Cómo lo trabajaron?
Soledad Méndez: Lo trabajamos primero con talleres de oratoria, luego con talleres para aprender a relatar en primera persona tu historia, y el libro un poco cuenta este tránsito.
EPM: ¿Y cómo eligieron a estas mujeres? Porque no pudieron poner todas las voces de las mujeres. ¿Cómo fue la elección?
Soledad Méndez: Fue voluntario. Pues hubo mujeres que no querían por diferentes motivos la nueva historia, habiendo incluso participado en los talleres, y está perfecto.
Y en cuanto a la selección de qué mujeres convocar al programa… En realidad, como todos los programas, los recursos son finitos, no puede ser la cantidad de mujeres iglesianas que nosotros queríamos, pero tenía que ver con mujeres que se conociera que tenían o un emprendimiento o una idea proyecto que nos pudiesen relatar. Es decir, esa idea proyecto tenía que tener, digamos, un sentido, un propósito, un objetivo, tenía que ser factible de ser llevado a la práctica. Entonces -de todo ese análisis- se seleccionaron las mujeres (que -en realidad- en principio eran más). Los talleres de oratoria que se hicieron, funcionaron como un embudo para ver a quién también le hacía sentido participar de un programa que buscara construir una red de mujeres. Y algunas han caído por el camino, otras han subido el camino y hoy tenemos cerca de 60, 53 historias cuenta el libro y 64 mujeres fueron las que participaron hasta diciembre de 2024 en nuestras actividades.
EPM: ¿El libro se presentó cuándo?
Mercedes Page: El libro se presentó en octubre del 2024, una presentación privada con todas las mujeres de la red y sus familiares, en el Nodo Turístico de Pismanta, y fue -la verdad- una jornada muy emotiva, en donde todas lo que remarcaron es que en la vida siempre se dice que hay que plantar un árbol, hay que tener un hijo y escribir un libro y para ellas verse en ese libro ha sido un logro personal muy grande y están muy orgullosas de pertenecer a esta Red de Mujeres Emprendedoras.
EPM: ¿Hay posibilidad de un segundo libro?
Soledad Méndez: No sé si un segundo libro, puede ser, a lo mejor es otro canal de comunicación, ya iremos viendo. Sí, tenemos una lista, digamos, de mujeres emprendedoras de Iglesia que quieren incorporarse a Mujeres en Red. Es un proyecto que estamos evaluando, porque bueno, ya trabajar con 64 mujeres no es poco. Todas ellas tienen muchas expectativas, esperan mucho de los apoyos, que no solamente Vicuña, sino otros actores puedan dar. Pero, también esperan mucho de ellas. También (a esta altura) tiene que ser -un poco- una decisión compartida. Sabemos que tenemos que seguir trabajando en emprendedurismo de género, tendremos el desafío de agrandar Mujeres en Red o ya diseñar -habiendo pasado cuatro años- otro programa, porque en estos cuatro años también uno aprendió mucho y ver qué carácter le damos. Pero bueno, será tema de los meses que siguen.
EPM: Trabajaron tanto tiempo en este libro y con las mujeres ¿qué se lleva cada una de este ciclo?
Mercedes Page: Yo siempre digo que el área de relaciones comunitarias es un área muy especial; creo la más humana de toda la Empresa porque trabajamos con personas. Y, nosotras, a lo largo de estos cuatro años hemos visto el crecimiento de cada una de ellas y verlas realizadas tanto en sus emprendimientos como en este libro nos llena de orgullo y nos da muchas ganas de seguir trabajando y empujándolas a seguir cumpliendo estos sueños. Que sepan que -hoy en día- no tienen un “techo” y que pueden todo lo que se propongan, que creo que eso es algo que en estos cuatro años lo han ido incorporando. No son las mismas mujeres que empezaron con nosotras. Hoy, podemos decir que cada una de está empoderada y se ve reflejado también en cómo sus familias las acompañan en este proceso.
Soledad Méndez: Cuando hicimos la primera evaluación del programa, hay un dato que es clave en esto. Cuando empezamos el programa, solamente el 5% de ellas decían ser emprendedoras. Después de un tiempo, el 95%. Y aclaro: emprendedora no solamente por tener un negocio o por tener una idea de negocio, sino que emprendedora porque se estaba haciendo cargo de su propio destino. Y creo que eso resume -un poco- lo que es Mujeres en Red.
EPM: ¿Y vieron algún cambio en las mujeres? ¿De qué tipo?
Mercedes Page: Un montón de cambios. Este cambio que es notorio que siempre lo charlamos: al primer encuentro todas llegaban con la cabeza para abajo la cabeza gacha, mirando para el piso; no participaban, estaban muy tímidas entre ellas. Hoy, después de cuatro años, cada vez que entran, entran con la frente en alto, entran con otra actitud, se paran frente a un público a poder contar que es Mujeres en Red, a poder contar todo el camino recorrido. Y la verdad es que las tenemos que callar porque son 64 charlando. Hoy creo que han tomado las riendas de sus vidas y de sus emprendimientos y están muy comprometidas con este programa y con seguir fortaleciendo la red de emprendedores.
Soledad Méndez: También comprendieron que no es un camino lineal, que no es que tenemos una meta y si hacemos 1, 2, 3, 4, el 5 encontró la meta, sino que muchas veces voy a pasar de 1 a 2 y 2 voy a ir a 1,75 y después tengo que volver a empezar. Y me parece que tiene que ver con esto. que hayan comprendido que eso que tienen que construir y construir es sortear obstáculos y que muchas veces es barajar y dar de nuevo y que lo importante es volver a pensar cómo; aprender a pedir ayuda y no solamente a Vicuña; aprender a pedir ayudas a múltiples actores, fundamentalmente entre ellas, con sus familias y creo que eso, por ahí va, por ahí es un poquito el éxito.
Yo me acuerdo que el primer día, que nosotros hacía poquito que estábamos, les repartíamos un cartelito con sus nombres y se los dábamos y muchas de ellas lo guardaban porque ni siquiera su nombre querían dar a conocer. Hoy, no solamente entran con su nombre o el nombre de su emprendimiento sino que no tienen necesidad de esconder lo que son y que no era que lo escondían hacia el resto… hacia sí mismas también lo escondía. Son muchos los cambios que para mí son más de carácter cualitativo, que tienen que ver con que han, sin duda, sumado un poquito de calidad a sus vidas.
No todos los emprendimientos tienen la posibilidad de dar a conocer números satisfactorios en términos de ingresos económicos. Esto es muy variable depende de un montón de factores: de la calidad del producto, de en qué lugar de Iglesia estén localizados, de cuán consistente fueron en sumar innovación a ese producto, de si utilizan redes sociales o no, de si saben colocar un precio que sea justo pero que les permita obtener una ganancia. Miles de factores, pero sí, la mayoría de ellas han logrado esto, tener visibilidad, posicionarse, ser reconocidas en las familias. Y ahí nos queda quizás sí este sabor de que ojalá que las chicas que se bajaron vuelvan a subirse, porque yo creo que el factor contagio de lo que su vecina, la maestra, porque yo sé que son maestras, la maestra de su alumno consiguió, el taller de costura consiguió, ojalá que vuelvan, porque nosotros al menos estamos esperando que vuelvan.
EPM: ¿Emprendimientos de qué estilos hay?
Mercedes Page: Tenemos una amplia gama de emprendimientos. Tenemos gastronómicas, que son la mayoría, tenemos artesanas y tejedoras. Y otras, un pequeño grupo, que brinda servicios. Servicios turísticos, servicios de lavandería, servicios hoteleros. hay una gran variedad de emprendimientos.
EPM: Y a todos estos emprendimientos ayudaron a la capacitación, a manejar lo que ser la parte económica de un negocio, a hacerse visible ¿Qué más tuvieron que hacer ustedes para que puedan salir adelante esos proyectos?
Soledad Méndez: Mujeres en Red nucleó en 4 años más de 10 profesionales que, en distintos campos del saber, por decirlo de alguna manera, contribuyeron a este proceso. Nosotros apoyamos en su diseño e implementación en la ONG CRIAR que es una ONG especializada en el desarrollo de emprendedores con lentes de género fundamentalmente en la mujer de CRIAR han pasado 8 profesionales que han contribuido con ello y a su vez hemos convocado a distintos profesionales de San Juan preferentemente donde tenemos psicólogos, sociales, coach…
Mercedes Page: psicólogos, en licencia de marketing y diseño, en una consultora local de Iglesia que las acompaña a estas mujeres en terreno. Cuando algunos profesionales no pueden viajar, ellas están acompañando cada actividad y están en el día a día más cerca de cada emprendimiento y de la vida de las mujeres, más allá del emprendimiento, porque muchas veces ofician de apoyo y escucha.
Soledad Méndez: Gabinete profesional, abogado, contador, son mucha gente que ha trabajado para acompañar a estas mujeres, sobre todo por lo diverso del emprendimiento y lo diverso de las edades de ellas.
EPM: ¿En qué edades están?
Soledad Méndez: De 21 años a 65 años. La gran mayoría entre 40 y 60.
El Pregón Minero: ¿Y todas mujeres?
Soledad Mendez: Todas mujeres, tenemos desde una médica hasta mujeres que no han terminado la primaria. Es un desafío en sí mismo. Mujeres que son de Rodeo, que por sí ya esto les presenta otra oportunidad. Mujeres que viven alejadas, tenemos mujeres de todos los distritos de Iglesia con lo cual un factor clave fue cómo acompañar para que estas mujeres en un territorio tan disperso puedan participar. Entonces, cuando pensamos qué cosas salieron bien del Programa: una de ellas fue haber puesto un servicio de transporte para que ellas puedan acercarse y participar de las actividades porque -si no- no hubiesen tenido esa posibilidad o al menos muchas de ellas no, quizá otras sí. Entonces, generar toda esa logística semanalmente, empezar con todas actividades presenciales y gradualmente ir mechando con actividades virtuales. Enseñarles a muchas de ellas a utilizar por primera vez un celular. El celular lo utilizaban sus maridos, sus hijos, les mostraban, pero hoy por hoy te llenan un formulario, una encuesta, una encuesta a través de Google de una manera facilísima cuando al principio desconfiaban. Muchas de ellas participaron en cursos de Word, de Excel, de cómo navegar en la web, cómo buscar un proveedor a través de la web porque ir a San Juan es lejos. Ir a San Juan implica gastos y no todas pueden porque tienen alguna dolencia, porque no tienen con quién dejar a su hijo, porque no tienen el auto y el horario del colectivo no coincide con el horario de apertura del local.
Todo eso. Fueron muchos engranajes que permitieron ese fortalecimiento. Cada una también a su ritmo. Y eso también fue algo que nosotros tuvimos que aprender. Que las expectativas son muchas. Y uno dice, por eso vuelvo a lo de camino no lineal. Yo creo que hay tantos caminos como cada una de ellas. Y el apoyo entre ellas… fue muy importante. (El Pregón Minero)

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