Milei con funcionarios de la Casa Blanca, del FMI y del Tesoro (I)
o.- (Mariano Cuparo Ortiz) Lo acompañan Marc Stanley, Nicolás Posse y Luis Caputo. El presidente electo, Javier Milei, y el principal candidato para ocupar el Ministerio de Economía, Luis Caputo, viajan a Estados Unidos en un vuelo privado para reunirse con funcionarios del FMI, de la Casa Blanca y del Tesoro en el marco de una gira de presentación. Los acompañarán el embajador en Buenos Aires, Marc Stanley; el futuro jefe de Gabinete, Nicolás Posse; y la hermana del mandatario electo, Karina Milei. Aunque los trascendidos apuntaban a que Milei y Caputo buscarían reunirse con fondos para conseguir dólares para las reservas para una salida de las Leliq, y efectivamente habrá un encuentro con financistas en Wall Street, desde el entorno del líder libertario aclararon que no habrá búsqueda de financiamiento sino que será una ronda de presentación.
En ese sentido, la comitiva, que se completará con Gerardo Werthein, apuntado para ser embajador de Argentina en Estados Unidos, tendrá reuniones en Washington con funcionarios del FMI, de la Casa Blanca y del Tesoro. “Las reuniones son protocolares para explicar el plan económico: ajuste fiscal, reforma monetaria, reforma del Estado y desregulación. No es en búsqueda de financiamiento”, se aclaró.
La agenda se armó con la asistencia de Stanley. Habrá una reunión el martes con el director para el hemisferio occidental del Consejo de Seguridad Nacional, Juan González. También se realizarán encuentros en el FMI y, una vez que Milei haya vuelto al país, el martes por la tarde, Caputo y Posse seguirán con más reuniones. El lunes, además de la visita que realizará Milei a la tumba del rabino Menachel Mendel Schneerson, se activarán encuentros con fondos de Wall Street.
Desde la embajada de Estados Unidos señalaron a BAE Negocios: “El embajador Marc Stanley viajará a Washington para participar de las reuniones introductorias entre el presidente electo de Argentina, Javier Milei, y funcionarios del gobierno de Estados Unidos”.
Caputo es el principal candidato para ocupar el puesto de ministro de Economía. Según Milei, se trata de la persona más capaz para solucionar el desarme de Leliq y conseguir el financiamiento necesario para realizarlo. Aunque desde el futuro equipo de gobierno insistieron en que no buscará dólares en este viaje, sí habrá un “saludo” con financistas de Wall Street en la breve parada neoyorquina del lunes.
Para la gestión entrante, la cuestión de los pasivos remunerados, cuyo stock ya araña los $ 24 billones y generó una emisión por encima de los $ 2,2 billones en octubre, es un asunto central y prioritario. Caputo participó el viernes de una reunión con los bancos, que exigen que la salida no sea con medidas extremas y estiman que la licuación será sencilla si se achica el gasto público y el Banco Central deja de comprar bonos.
La mirada de política económica hoy apunta a desarmar el stock de pasivos remunerados, que fue la principal causa de emisión monetaria durante este año. La idea de conseguir dólares apunta a tener espalda para un desarme de Leliq.
Un crédito de u$s 20.000 M desde el exterior implicaría una serie de problemas: en primer lugar, luce difícil conseguir divisas con un riesgo país cercano a los 2.000 puntos. En segundo término, solo permitiría cubrir el 70% del stock de pasivos remunerados a un precio de dólar de $ 840 o el 100% a $ 1.200, tal como calculó el analista financiero Christian Buteler. Es decir, implicará de todas formas una importante devaluación.
Buteler remarcó: “Es de celebrar que este Gobierno tenga como prioridad la cuestión de las Leliq pero la solución no será tan sencilla como en el excel. ¿Adónde se va la inflación si el dólar sube a $ 840 o a $ 1.200? ¿Y cuánto tendrá que pagar el Tesoro por sus Letras indexadas a la inflación y al dólar? Eso último implicaría la posibilidad de tener que emitir más para lograr pagar los vencimientos. Es complejo”.
Los bancos se reunieron con Caputo el viernes para analizar posibles salidas. Para las entidades la solución deberá evitar medidas drásticas y apuntan a un gradualismo: si el Gobierno deja de emitir para cubrir déficit y comprar bonos, se frena el combustible de la bola de Leliq. Si además vende esos bonos y da señales al mercado, subiendo la demanda de pesos, la licuación del stock por la inflación evitará los dolores mayores de un shock. (BAE, Buenos Aires, 27/11/2023)