Más sobre el Presupuesto Nacional 2025

Más sobre el Presupuesto Nacional 2025

El Gobierno retomará los aumentos en el impuesto a los combustibles en 2025: el impacto en surtidores
o.- (Agustín Maza) Es lo que surge del proyecto de Presupuesto enviado al Congreso. En lo que va del año, el Ministerio de Economía frenó incrementos en nafta y gasoil para evitar el impacto en la inflación. En 2025, buscará compensar en parte la quita del impuesto PAIS
El gobierno de Javier Milei avisó en su proyecto de Presupuesto que en 2025 aplicará los aumentos que dejará pendientes este año sobre el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), como parte de su hoja de ruta para sostener el equilibrio fiscal y en busca de compensar buena parte de la recaudación que se perderá tras la salida de vigencia del Impuesto PAIS.
Las postergaciones del ICL tuvieron como objetivo contener los precios de la nafta y el gasoil para evitar un impacto no deseado en la inflación, ya que las petroleras -YPF, Shell, Axion y Puma- trasladan a los surtidores las actualizaciones del tributo. Según comentaron a Infobae desde un despacho oficial, los próximos incrementos se pondrán en marcha “intentando cuidar al consumidor”. El objetivo principal es apuntalar la desaceleración de la inercia inflacionaria.
La hoja de ruta que presentó el Presidente ante el Congreso prevé que en el próximo ejercicio el ICL aporte $ 5.539.780,6 M ($5,54 billones) en ingresos, un salto del 155,2% respecto al acumulado que dejaría este año, y casi la totalidad de lo recaudado por el Impuesto PAIS en los primeros ocho meses del 2024 ($ 4,951 billones). Pasaría de representar 0,38 puntos del PBI a 0,73 puntos del PBI, casi el doble. Vale destacar que se trata de un tributo coparticipable.
“La variación se explica, principalmente, por las actualizaciones pendientes de las sumas fijas para determinar el impuesto. Estas actualizaciones se incorporarán gradualmente durante el año 2025″, señaló el Poder Ejecutivo.
Según los precios registrados en el portal Surtidores, la nafta súper de YPF -líder absoluto del mercado local- en CABA cuesta $ 1.059 desde el primero de septiembre y la premium $ 1.309 por litro. El gasoil super vale $ 1.084, mientras que el diesel premium, $ 1.334 por litro.
Presentación del Banco Central ante inversores
En el caso de la nafta súper, se observa un aumento acumulado de 240% desde noviembre del año pasado, del 91% desde diciembre y del 51% en lo que va del año. En ese proceso jugaron tres factores: el traslado de la devaluación, la liberalización inicial de los precios para acercarse a los internacionales y la recomposición parcial del atraso que acumuló el ICL durante los últimos años.
El ministro de Economía, Luis Caputo, decidió luego frenar el ritmo de incrementos en la nafta y el gasoil a través de dos frentes, con el objetivo de evitar un impacto intolerable para los bolsillos. Primero instruyó a YPF a que mantenga sus incrementos promedio a nivel nacional en línea con el crawling peg del 2% mensual más algún punto adicional para recomponer su margen.
El otro punto tuvo que ver con el diferimiento en las actualizaciones del tributo que pagan los combustibles. el cual se encuentra indexado a la variación trimestral de la inflación que informa el Indec. Caputo difirió en mayo, junio, julio, agosto y septiembre los incrementos del ICL previstos en el Decreto 466/2024. Este mes correspondía aplicar sobre el tributo un incremento correspondiente a la variación del IPC correspondiente al último trimestre del 2023 y al de los dos primeros trimestres de 2024.
Una fuente del Gobierno detalló a este medio que el impuesto en la nafta debería llegar a los $ 320 y faltan $ 130 para alcanzar ese objetivo, lo que llevaría la súper a la zona de los $ 1.190 solo por el componente impositivo. En el caso del gasoil, el impacto impositivo debería llegar a $ 200, por lo que faltan aplicar $ 90 que llevarían el litro a los $ 1.400 en la Ciudad.
El efecto de los incrementos se observó en la caída del consumo de combustibles
“Como la inflación es el objetivo a vencer, se va atrasando un poco la actualización”, había explicado a Infobae una fuente oficial. Quedarán pendientes además los ajustes sobre el ICL que resulten de cómo termine la inflación del tercer y cuarto trimestre.
La intención de retomar los incrementos en el tributo a los combustibles prevista en el Presupuesto tiene que ver con una mirada oficial sobre un eventual éxito en el proceso de desinflación buscado. Eso permitiría, entienden en el gobierno, bajar o eliminar impuestos distorsivos – como el PAIS- y “normalizar” los más tradicionales, como es el caso del ICL.
El efecto de los incrementos se observó en la caída del consumo, según los datos de la Secretaría de Energía que analizó la consultora Politikon Chaco. Las ventas de combustibles cayeron en julio 5,3% interanual y sumaron ocho meses consecutivos en retroceso, aunque hubo un alza del 11,5% respecto de junio.
También se vio una migración de la demanda a combustibles más baratos. “Analizando las ventas por tipo de combustible, en julio el mayor volumen de ventas estuvo en las naftas, con el 54% del total comercializado contra el 46% del gasoil. En referencia a sus desempeños, la nafta exhibió una baja del 5,9% interanual con marcada disparidad según el segmento: la nafta súper cae 1,8% interanual pero las premium lo hacen en -16,8%. Respecto al gasoil, el resultado global fue de caída del 4,5% interanual: dentro de este, el común cayó 6,1% y el premium lo hizo en -1,2%”, señaló Politikon Chaco. (Infobae; 17/09/2024)

Presupuesto: las subas de luz, gas y nafta sostendrán el déficit cero
o.- (Santiago Spaltro) El Gobierno estimó que la baja de subsidios a la energía y el aumento en los impuestos a los combustibles sumarán un ajuste de US$ 5.000M. Impacto. Se espera para el año próximo una reducción de 40% en los subsidios a la energía.
Los aumentos de tarifas de la energía eléctrica -luz-, el gas y los combustibles -nafta y gasoil- sostendrán el año que viene el déficit cero al que apunta el presidente Javier Milei, según surge del proyecto de ley de Presupuesto 2025.
El equilibrio fiscal se soportará sobre la base de una fuerte reducción en los subsidios a la energía, superior a 40% en términos reales -descontado el efecto de la inflación y del incremento en la recaudación de impuestos a los combustibles, que gravan las ventas de nafta y gasoil e impactan en los precios de las estaciones de servicio.
Entre ambas medidas, el Gobierno espera para el próximo año un excedente fiscal por ahorro en gasto y crecimiento de los ingresos cercano a 0,85% del Producto Interno Bruto (PIB) o cerca de u$s 5.000M, que en parte ayudarán a compensar el fin del Impuesto PAIS, que caducará en este ejercicio y restará recaudación por 1,2% del PIB.
Los aumentos de tarifas de luz y gas para 2025 fueron analizados por varias instituciones.
De acuerdo a un análisis de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública, los servicios económicos asociados a la función “Energía, Combustibles y Minería” caerán de $ 6.741.331,7 M -$ 6,7 billones- en 2024, equivalentes a 1,2% del PIB a $ 5.040.402,5 M-$ 5,4 billones- en 2025, o 0,7% del PIB.
Se trata de un ajuste de 0,5 puntos porcentuales o casi u$s 3.000M, producto del descenso en los subsidios al sector energético de 25,2% en términos nominales o de 41,3% ajustado por inflación.
El motivo es la “readecuación tarifaria” -suba de tarifas- prevista, que impactará sobre los hogares, comercios e industrias de todo el país.
Las proyecciones del Gobierno son que los usuarios de la energía eléctrica cubrirán en 2024 en promedio un 64,78% del costo de la generación e importaciones, mientras que ese porcentaje se elevará a 84,83% en promedio durante 2025.
Ese objetivo se logrará mediante dos vías:
La baja en el costo de la energía, a partir de una disminución en las importaciones de gasoil, fuel oil, gas natural de Bolivia y Gas Natural Licuado (GNL) por barcos -gracias a la puesta en marcha de obras como las plantas compresoras sobre el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) de Vaca Muerta y la reversión del Gasoducto Norte. Suba de las tarifas que pagan la clase media y los usuarios en situación de pobreza, como señal de precios que incentive a un ahorro en el consumo y la persecución de mayor eficiencia energética.
La función “Energía, Combustibles y Minería” que hasta mediados de este año representaba el tercer mayor gasto del Estado -8,2% del total, solo por detrás de la seguridad social y el pago de intereses de la deuda pública-, pasará a insumir apenas el 4,3% del gasto en 2025.
Impuestos a los combustibles
Mientras tanto, el Gobierno tiene la intención de recomponer los impuestos a los combustibles pendientes según la normativa vigente, lo que implica un aumento adicional de la nafta de $ 163 por litro y del gasoil en $ 103 por litro, equivalentes a hasta 15,4% y 9,5% respecto a los precios de la Ciudad de Buenos Aires solo por esos componentes.
El Presupuesto 2025 establece una previsión de recaudación por impuestos a los combustibles y al dióxido de Carbono por $ 2.170.856,2 M -$ 2,1 billón este año, el equivalente a 0,38% del Producto, que crecería hasta los $ 5.539.780,6 millones -$ 5,5 billón o 0,73% del PIB en el siguiente ejercicio.
Esta diferencia de 0,35 puntos porcentuales, que son coparticipables en un 10,4% a las provincias, le servirán a Milei y al ministro de Economía, Luis Caputo, para cumplir parte de las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional, que está interesado en la sostenibilidad del programa fiscal, con incentivos destinados a un mayor uso del transporte público, en detrimento de los vehículos particulares.
De hecho, los gastos para el Transporte pasarían de $2.369.728,7 M a $ 3.948.073,4 M en 2025, lo que implicaría un salto real de 30,7% interanual. Las tarifas de luz cubrirían el 84% del costo en 2025. (Clarín, Buenos Aires, 18/09/2024)

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