Entrevista a Alejandra Cardona, Directora Ejecutiva de CAEM por el día Internacional de la Mujer Minera: “La presencia de la mujer en minería no es una moda”

15 de junio
Día Internacional de la Mujer Minera

Entrevista a Alejandra Cardona, Directora Ejecutiva de CAEM
o.- Como es tradición en El Pregón Minero, para el Día Internacional de la Mujer Minera entrevistó a representantes mujeres de la comunidad minera. Este año fue elegida Alejandra Cardona en su calidad de Directora Ejecutiva de la Cámara Argentina de Empresas Mineras.
Alejandra reflexionó “en voz alta” sobre el significado que tiene para ella este día y que puede sintetizarse en tres palabras: conocimiento, tesón y audacia para conducirse en la actividad minera -tanto en campo como en la oficina, sin perder el don de la feminidad.
El Pregón Minero: El domingo pasado se festejó el Día Internacional de la Mujer Minera ¿qué significa para Vos esta fecha siendo la Directora Ejecutiva de la CAEM?
Alejandra Cardona: Lo voy a decir como pensando en voz alta, las fechas tienen un sentido que es llamar a las personas a reflexionar, a pensar, a tener presente, a recordar, a valorar… es un llamado a decir ‘aquí estoy’.
Yo creo que el sentido es que la presencia de la mujer en minería no es una moda, no es lo que algunos pueden creer una simple reivindicación o conquista de espacios masculinos en favor de las mujeres porque ‘somos capaces’. No es eso, solamente.
Obviamente que es una reivindicación de derechos, de capacidades, es un reconocimiento a la participación de la mujer en ámbitos que se les han negado, como se les ha negado leer, como se les ha negado la educación, el acceso a la ciencia.
La historia de la Humanidad está atravesada por estas negaciones de la mujer y hoy, en algunos países -donde afortunadamente el nuestro no está- hasta se prohíbe que la mujer se muestre, que hable y se la condena a un espacio indigno dentro de la sociedad. Entonces, creo que para nosotros y para mí como mujer, en el lugar que estoy, en este contexto actual de la Argentina, año 2025, en una sociedad como la nuestra, para mí estar en el lugar donde estoy es muy importante. Y hablar del Día Internacional de la Mujer Minera, creo que tiene que ver con proyectar ese lugar que hoy tenemos para que sea reconocido y para que sea valorado en muchos otros.
EPM: ¿Rompiste tu “techo de cristal”’ ¿hay en tu horizonte otros “techos”?
AC: Uy, qué pregunta… Creo que el techo de cristal estar está. No lo quiero personalizar en mi experiencia porque ser directora ejecutiva es el cargo máximo al que podrías aspirar? NO, no es el cargo máximo.
En cuanto al llamado “techo de cristal” yo te diría que -en términos generales- subsisten muchos prejuicios respecto de lo que las mujeres podemos hacer y esto lo digo porque lo he vivido en carne propia: en muchas oportunidades de distorsión laboral, si un hombre asume un rol en determinado trabajo, un rol de liderazgo o una función específica, y hago esta distinción, adrede, se asume que lo sabe hacer.
En cambio, las mujeres tenemos que demostrar -en todo momento- que lo sabemos hacer, tenemos que demostrar que estamos capacitadas, que hicimos los cursos correspondientes y tenemos que rendir examen y ese examen se reitera a diario porque no se nos perdona un error.
Te aclaro entonces que hice esta distinción de habilidades y de profesión porque, cuando una mujer asume un cargo, te piden que presentes los papeles de todo tu recorrido académico y que pruebes que tenés la capacidad o que estudiaste para eso.
Y en cuanto a la habilidad, y esto sí es una experiencia personal, en algún momento en una empresa donde yo trabajaba, y porque era la única responsable de un área que no tenía un vehículo asignado, pedí la asignación de un vehículo para poder desplazarme a los sitios, una camioneta concretamente, y me preguntaron con un dejo de asombro y desconfianza ¿pero vos sabés manejar una 4×4? A lo cual contesté que sí que no había mucha ciencia en hacer eso. Y a pesar de mi afirmación, me pusieron a una persona que me llevara y me trajera. Claro, no confiaban en que yo con mi tamaño y al ser mujer, fuera capaz de conducir un vehículo 4×4. Sin embargo, a los hombres no se les preguntaba eso. Éramos dos mujeres las que estábamos en una situación parecida.
Al cabo de un año preguntamos con ironía, en un almuerzo: ‘Este año, ¿cuántos episodios hubo de rotura de vehículos, choques, maltratos a los vehículos, problemas de manejo? Y había habido un montón que estaban reportados estadísticamente y todos eran conducidos por hombres. Nosotras no habíamos tenido ninguno. Por ese tipo de prejuicios propios de nuestra cultura, digo y aclaro: no solo de la industria minera, es que las mujeres seguimos encontrándonos con “techos de cristal”. A vos no te decían de chica ‘eso no lo podés hacer porque sos mujer…? y en realidad ¿qué tiene que ver?
EPM: Lamentablemente, hoy en día sigue pasando, aunque no tan seguido.
AC: Sigue pasando y sigue pasando como decías ‘lamentablemente. Y, cuando una pone mala cara te dicen: “… era una broma”. Y no es broma, no es gracioso. Aún tenemos esas diferencias muy incorporadas, de hecho, entre las mismas mujeres ¿no? Hay cosas que seguimos sosteniendo de estos esquemas machistas y que nos colocan en un lugar de segunda y nos hace tener que dar sobradas explicaciones, a pesar de que lo hagamos muy bien.
EPM: ¿Qué les dirías a las mujeres mineras en este día?
AC: A las mujeres mineras en particular, yo les reconocería: la dedicación, les reconocería la pasión. Reflexionaría con ellas preguntando: ¿Por qué querría una mujer meterse en este espacio de tradición tan masculina? ¿Es por pelear con los hombres o porque nos gusta la minería? Y la respuesta es contundente: nos metemos porque nos gusta trabajar en minería, porque tenemos pasión por esto, porque entendemos que hay aquí una oportunidad que no está en otro lado. Creo que hay que ser capaces de sostener eso. Yo, a la mujer minera le pediría que no haga nada más de lo que ya ha hecho y le reconocería el coraje, la dedicación, reconocerle la entrega. Haría eso: simplemente un reconocimiento por seguir sosteniendo esta bandera y de seguir enarbolándola con orgullo.
EPM: ¿Qué rol debe cumplir y cumple una mujer en esta actividad?
AC: A mí me parece que el rol de la mujer en la industria es transformador; en esta industria y en muchas otras. El rol es transformador porque tenemos una visión acerca de la realidad que es bien diferente a la que tienen los hombres. Y no digo que la de los hombres sea mala… es diferente. Y por ser diferente y por ir desde un lugar de superación y de resiliencia, también abre la puerta y genera oportunidades para otros que no están incluidos.
No tiene que ver con una exaltación de la feminidad, ni de la belleza, ni de la suavidad, ni de todos esos atributos que nos ponen. No tiene que ver con eso, tiene que ver con una mirada que abraza al otro y que lo acoge de un modo diferente, una visión quizás un poco más humana.
Volviendo a la pregunta, ¿por qué una mujer querría meterse en la industria minera? Porque sos -y me incluyo- una apasionada de esto, porque sentís que podés hacer algo. Y entonces yo a esas mujeres las banco a full. Porque están dando, están poniendo el ojo en un aspecto o en varios aspectos de la industria donde nadie más está mirando.
EPM: Desde tu experiencia ¿qué es lo que tiene que tener una mujer para ingresar a la actividad minera y -más todavía- llegar a ocupar un puesto jerárquico?
AC: Me cuesta ser autorreferencial porque mi experiencia tiene un montón de condimentos que hacen que mi experiencia sea solo mía, que yo no puedo decirle a otro, si haces A más B entonces C.
EPM: Para mí y como te veo a Vos, “agallas”…
AC: Sí, sí puede ser eso… algo de osadía, de decisión. No es solo una cuestión de coraje, yo no siento que esté peleando o que esté librando una batalla, no es ese mi sentir. Es el saber que uno puede encontrar oposiciones y que tiene que tener la firmeza para demostrar que el camino que ha elegido es el correcto.
Esta resistencia me parece que es un atributo, porque cuando acertás está bien, nadie dice nada, nadie te lo celebra, pero cuando te equivocas… te condenan. Entonces, creo que hay que ser resistentes también en eso. Consecuentes y coherentes y también ser empáticas… me parece que es un atributo interesante.
Y aclaro, yo no creo que la mujer para liderar deba parecerse a un modelo masculino, quizás se espera de una persona que lidera y que toma decisiones lo haga de un modo que se entiende masculino. Que sea implacable, que anule sus sentimientos, que no se permita mostrar vulnerabilidad.
Yo no creo que eso sea así, no en estos tiempos. Porque se trabaja con personas y creo que la sabiduría está en poder conducir o resolver situaciones complejas con grupos bien diversos. Y eso es de mucha riqueza y a la vez de muchísima complejidad.
Por ello no me veo en una posición donde el comportamiento -que uno ha visto construirse históricamente y que es un modelo masculino- haya que aplaudirlo, haya que replicarlo. No lo siento de ese modo. Debemos actuar y hacerlo desde nuestra condición de mujer a la que hemos añadido conocimiento y experiencia. (El Pregón Minero)

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