El sector minero se agita. Rio Tinto y Glencore dan ‘pasitos’ para su fusión…. sin perder de vista al gigante BHP Group

El sector minero se agita. Rio Tinto y Glencore dan ‘pasitos’ para su fusión…. sin perder de vista al gigante BHP Group

o.- Ningún sector se libra del impacto que supone la guerra arancelaria y por supuesto tampoco las compañías mineras. Todas se enfrentan a un estancamiento en los precios de las materias primas y a la incertidumbre comercial que amenaza la demanda.

La temporada de resultados se acaba de abrir con las cuentas que presentaba Rio Tinto, la segunda minera mayor del mundo, tras la australiana BHP Group. En su caso, han sido las últimas cuentas bajo la dirección del CEO, Jakob Stausholm, que está de salida. Beneficio antes de impuestos de 6.740 millones de dólares estadounidenses durante los seis meses del año, un 17% menos frente a los 8.120 millones de dólares del año anterior. “Esto supone”, explica la web MarketScreener “el menor beneficio semestral de la compañía desde 2020 (5.280 millones de dólares).

La compañía justificó el descenso por la caída del 13% en los precios del mineral de hierro, lo que desdibujó los ingresos por ventas, que aumentaron a 26.870 millones de dólares desde los 26.800 millones en el primer semestre de 2024.

“Rio Tinto. Beneficio antes de impuestos de 6.740 millones de dólares estadounidenses durante los seis meses del año, un 17% menos frente a los 8.120 millones de dólares del año anterior. Esto supone el menor beneficio semestral de la compañía desde 2020 (5.280 millones de dólares)”

Las ganancias subyacentes antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (Ebitda) se situaron en los 11.550 millones de dólares, un 5% menos que los 12.090 millones del año anterior. Ante estos números, Rio Tinto ha decidido recortar el dividendo en un 16% a 148,0 centavos de dólar, frente a los 177,0 centavos previos.

“Los resultados llegan en un momento crítico para Rio”, señala Bloomberg, “cuyo Consejo decidió sustituir Jakob Stausholm porque, y según la minera, ahora se necesitan ‘ideas frescas’. Stausholm será reemplazado por Simon Trott a finales de agosto.

Y todo esto, ¿cómo afecta a su cotización? En lo que va de año, y en la Bolsa de Australia, pierde un 4,5% hasta los 113 dólares australianos. En Londres, sus títulos valen algo más de 45 libras esterlinas. En lo que va de año baja por encima del 10%.

Los precios más bajos del carbón y la reducción de la producción del cobre han lastrado los resultados de Glencore. A pesar de las estimaciones de una vuelta al beneficio neto, la compañía ha registrado pérdidas netas de 655 millones de dólares debido a los 900 millones “en cargos” por deterioro de sus operaciones de carbón en Colombia.

El director ejecutivo de Glencore, Gary Nagle, confía en un segundo semestre más fuerte, especialmente de su negocio de cobre, “que se enfrentó desafíos operativos temporales”.

Otro punto negativo ha sido el crecimiento de la deuda neta ajustada que aumentó hasta los 13.500 millones de dólares en comparación con su objetivo declarado de 10.000 millones.

“Para compensar esta caída en los beneficios”, señalan los expertos de Xtb, “el objetivo de Glencore es completar su plan de reducción de costes, que incluirá eliminar cientos de empleos de su fuerza laboral global de 150.000 personas, para finales de 2026”.

Importante es que la minera ha confirmado que mantendrá su cotización en Londres, descartando su marcha a Nueva York, después de haber concluido que un cambio no ofrecería mayor valor a los accionistas.

Y si estas dos mineras han inaugurado la temporada de resultados, sobre ellas se sigue especulando con una posible fusión. En concreto se atribuye la salida del CEO de Rio Tinto, que para algunos analistas del mercado ha sido una dimisión en toda regla, al descuerdo de Jakob Stausholm con el presidente de la compañía Dominic Barton, partidario de la operación con Glencore.

“En Glencore”, aseguran fuentes del mercado, “se ha iniciado, por su parte, un proceso de división del negocio en dos empresas separadas. Por un lado, la destinada a concentrar los activos en carbón, políticamente impopulares, mientras que otra compañía estaría centrada en el cobre y otras materias primas. Es decir, la potenciación de un negocio rico en cobre que ofreciera un gran atractivo para Rio Tinto”.

“Entre las dos empresas hubo contactos reales en 2024, aunque sin éxito”, apunta Sergio Ávila, analista de IG. “Estratégicamente tendría sentido por su peso en cobre y materias clave para la transición energética. Sin embargo, las diferencias sobre el carbón, cultura corporativa y posibles trabas regulatorias hacen que, por ahora, el escenario sea complejo y poco probable a corto plazo”.

Si la fusión se produjera, daría lugar a un gigante minero, el mayor del mundo.

“La operación es interesante a nivel corporativo”, explica Javier Cabrera, analista de mercados, “ya que la entidad resultante se situaría como la minera más grande del mundo, adelantando a BHP y con una capitalización de mercado de alrededor de 160.000 millones de dólares. Rio es la que tiene la posición dominante y estaría interesada en los activos de cobre de Glencore de cara a las tendencias que están siguiendo las energías renovables…”, “activos que Glencore, de acuerdo con su estrategia de negocio mantendría, siempre que estos sigan creando flujo de caja”, añade Pablo García, director general de Divacons-AlphaValue.

En el caso de Glencore, estamos no sólo ante una minera, sino ante el mayor transportista de carbón del mundo que controla minas muy importantes de niquel y zinc en zonas complicadas como la República Democrática del Congo.

Por su parte, Rio Tinto, multinacional británico-australiana, es el segundo mayor productor mundial de metales y minerales, tras la australiana BHP que, por cierto, estudia presentar una nueva oferta por Anglo American, tras una primera intentona fallida a primeros de este año.

El 10% de Glencore está en manos de Ivan Glansverd, ex CEO de la compañía, aunque la mayoría es capital flotante. Entre sus accionistas está el Fondo soberano de Qatar que tiene el 8,57%, y BlackRock con el 7,29%.

La gestora de Larry Fink también tiene participaciones en Rio Tinto, concretamente el 7,93%; Vanguard Group controla el 4,99%, y Norges Bank Investment, el 2,46%. (Hispanidad, España)

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