El Gobierno ya no habla de dolarizar, pero sí de usar el dólar y el peso

El Gobierno ya no habla de dolarizar, pero sí de usar el dólar y el peso

o.- (Santiago Spaltro) Es en un documento. “El peso continuará como medio de pago exclusivo de impuestos”, afirmó el banco. Y que “se transformará en un bien “escaso”.
Un comunicado oficial emitido por la Gerencia de Comunicación Estratégica del Banco Central sostiene que el Gobierno se encamina a la competencia de monedas entre el dólar y el peso, lo cual aleja la dolarización. Según el Ejecutivo, permitir que el dólar se use para cualquier compra o cualquier contrato es un paso hacia el levantamiento del cepo cambiario.
La fase 2 del programa económico de estabilización del presidente Javier Milei que empezó esta semana tuvo una nueva confirmación del Banco Central sobre el rumbo del Gobierno en lo monetario: según un comunicado oficial emitido el martes por la Gerencia de Comunicación Estratégica del BCRA, el Gobierno se encamina a la competencia de monedas, en lugar de la dolarización.
Mientras que el término “competencia de monedas” está incluido tres veces en el documento, la “dolarización” no se menciona.
Esto es consistente con lo que señalan fuentes que recorren los despachos oficiales, porque todavía “queda muy lejos la dolarización” y hay “muchos pesos antes de que se acaben, pero al menos no siguen apareciendo nuevos”.
La dolarización de la economía argentina no está descartada durante la presidencia de Milei, pero tampoco aparece en el horizonte de corto plazo.
El informe de la autoridad monetaria publicado el martes lleva el título ‘El BCRA inauguró un marco monetario orientado a consolidar la estabilidad de precios’.
Una nota al pie del informe generó dudas. El ministro de Economía, Luis Caputo, declaró la semana pasada que “en breve, la gente va a tener que vender dólares para pagar impuestos”.
Pero la aclaración indica que “el peso continuará siendo demandado como medio de pago exclusivo de impuestos” y el BCRA continuará “adecuando la normativa a efectos de facilitar la incorporación de moneda extranjera al sistema bancario doméstico”.
El texto distingue las fases 1 y 2 de lo que el BCRA llama un programa de estabilización.
En un fragmento sobre la fijación de la cantidad de dinero en relación a la base monetaria amplia, el trabajo señala que “La fijación de este techo a la expansión de la demanda por base monetaria permite anticipar que, a partir de la introducción de la competencia de monedas, el peso se transformará en la ‘moneda escasa'”, señala el BCRA y ahí remite a una nota al pie.
En el mercado hubo diferentes lecturas. Un ex funcionario del Gobierno anterior, en off the récord, analizó: “Es la prueba de que van hacia la dolarización, que podría ser en febrero o marzo, con tiempo antes de las elecciones 2025”.
Joaquín Cottani, ex secretario de Política Económica durante los primeros seis meses de esta gestión, escribió en una columna en La Nación que “el Gobierno ha optado por la dolarización endógena como el modelo a seguir; la idea es crear escasez de pesos para que la economía se dolarice por sí sola”.
Una dolarización endógena sería “a la fuerza”: que no haya pesos porque se retiraron de la calle y no se emiten nuevos, y que los precios de la economía tiendan a estabilizarse o incluso bajar en la moneda nacional -“deflación”- producto de una extendida contracción de la actividad.
Aunque distintos agentes del mercado se preguntan por esa posibilidad, el propio BCRA especificó que el fin de la emisión monetaria como camino a la “eliminación de la inflación” parecería ser un objetivo temporario.
Es que el documento informa que en esta fase “se avanza en eliminar o esterilizar las demás fuentes de oferta monetaria nueva” aparte del financiamiento del déficit fiscal, que ya no existe.
Esas otras fuentes son: los pasivos remunerados del BCRA -ya eliminados-; el financiamiento indirecto al Tesoro a través de bids y puts; y “mientras persistan los controles de cambios”, la acumulación de reservas internacionales.
El economista Fernando Marull, de la consultora FMyA, coincide con el documento del BCRA. “A medida que haya superávit se van sacando esos pesos y ante una demanda por remonetización, se irán vendiendo dólares. Eso genera un bimonetarismo o competencia de monedas”.
Según el economista, la dolarización podría ser un estadío posterior. “La competencia de monedas y puede terminar en una dolarización. La competencia de monedas es para la transición. En este mes la gente está vendiendo dólares para comprar autos, vuela la actividad en concesionarias”.
El Gobierno anunció días atrás la intervención en las cotizaciones del dólar financiero (MEP y CCL, paralelos legales) para bajar la brecha cambiaria. Aseguró que vendería la misma cantidad de pesos que emite al comprar reservas a precio oficial del dólar.
Como resultado, advirtieron muchos, tendría una menor acumulación de divisas, lo que provocó una baja de los bonos en dólares y un aumento del riesgo país, ante las mayores dudas sobre la consistencia del plan para sumar dólares y refinanciar o pagar la deuda externa.
Tanto los bonistas como el FMI, si bien valoran el fuerte ajuste fiscal, están más atentos a que la Argentina acumule divisas para generar confianza y poder refinanciar su deuda a tasas de interés más bajas que las actuales.
El informe del BCRA parece anticipar que una vez levantados los controles de capitales -que el FMI pautó para fin de año- volvería la emisión de pesos exclusivamente para la compra de reservas, que sería virtuosa llamándola demanda genuina de pesos. (Clarín, Buenos Aires, 26/07/2024)

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