EEUU mantiene la presión sobre China por las tierras raras y Taiwán
o.- Estados Unidos volvió a subir el tono frente a China tanto en el plano comercial como geopolítico, tras las declaraciones del secretario del Tesoro, Scott Bessent, y del presidente Donald Trump. Mientras Washington le reclama a Beijing que cumpla los compromisos asumidos en lo que respecta a tierras raras, la Casa Blanca también envió una advertencia directa sobre las “consecuencias” de cualquier intento de invasión a Taiwán.
Bessent, durante una entrevista concedida a la cadena CNN, planteó que China podría enfrentarse a la restauración de aranceles si no respeta el acuerdo alcanzado la semana pasada en Busan, en el marco del encuentro entre Trump y su homólogo chino, Xi Jinping.
“No queremos romper relaciones con China, pero necesitamos reducir los riesgos. Ha demostrado ser un socio poco fiable en muchos ámbitos”, sentenció el funcionario, quien además remarcó que “Estados Unidos está preparado para aumentar los aranceles si Beijing no cumple sus compromisos”.
El foco de la disputa vuelve a situarse en el mercado de tierras raras, minerales esenciales para la producción de baterías, chips y equipamiento de alta tecnología. Tras la cumbre, China anunció que suspendería por doce meses el endurecimiento de sus restricciones sobre la exportación de estos materiales estratégicos, un gesto que Washington consideró insuficiente.
“Espero que podamos contar con ellos como socios más fiables. De lo contrario, podríamos volver a plantear la amenaza de aranceles y usar muchas otras medidas”, advirtió Bessent.
El secretario del Tesoro subrayó que la administración republicana “avanzará a toda velocidad” para reducir la dependencia estadounidense del suministro chino de minerales críticos: “Vamos a librarnos de esta espada que los chinos tienen colgando sobre nosotros y sobre el mundo entero”.
Taiwán, un punto de fricción constante
A las tensiones comerciales se suma el frente político. En declaraciones formuladas ante la CBS, Trump aseguró que China “sabe perfectamente cuáles serían las consecuencias” de una hipotética invasión en Taiwán, aunque aclaró que el tema “no fue mencionado” durante la cumbre realizada en Corea del Sur.
“Xi sabe lo que pasaría y ha dicho abiertamente que nunca hará nada mientras yo sea presidente porque conoce las consecuencias”, afirmó el mandatario estadounidense.
El estatus de Taiwán sigue siendo un punto crítico en la relación bilateral. Beijing considera que la isla es una provincia rebelde, mientras que Washington mantiene una postura oficial de neutralidad, aunque con vínculos públicos y venta de armamento a Taipéi.
En paralelo, el Ejército Popular de Liberación chino volvió a advertir que la reunificación con Taiwán es una “tendencia imparable” y acusó a Estados Unidos de “jugar con fuego” al sostener su apoyo al gobierno taiwanés. (BAE, Buenos Aires)
