COP28

COP28

¿Qué son los créditos de carbono y qué significan para el Sur Global?
o.- (Gloria Pallares) El mundo tiene más de 190 países, pero solo una atmósfera y menos de una década para poner en práctica soluciones conjuntas frente a cambios irreversibles en el clima. En este contexto, los mercados de carbono y la compensación de emisiones se han convertido en una de las cuestiones candentes en la Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP28, que se celebra en Dubái hasta el 12 de diciembre. Esta herramienta puede suponer una fuente de financiación para el Sur Global, pero se encuentra especialmente cuestionada tanto su eficacia como el haber permitido abusos contra las comunidades locales.
¿Qué son los créditos de carbono y cómo compensan emisiones?
Los mercados de carbono son una estrategia para enfrentar el cambio climático en base a un principio económico sencillo: poner un precio a las emisiones de gases de efecto invernadero incentiva su reducción. En estos mercados se comercia con derechos de emisión conocidos como créditos de carbono, donde cada unidad representa una tonelada de dióxido de carbono o la cantidad equivalente de otro gas con efecto invernadero, como el metano que emana del ganado y los vertederos.
La idea es que empresas, instituciones e individuos puedan compensar sus emisiones invirtiendo en iniciativas que absorban la misma cantidad de CO₂ en otras partes del planeta —la atmósfera es la misma. Por ejemplo, una aerolínea puede comprar créditos de carbono para un proyecto que restaure bosques tropicales en África, de modo que lo que emiten sus aviones quede compensado por lo que absorben los árboles.
¿Sirven para frenar la deforestación en países en desarrollo?
Hay dos tipos de mercados de carbono: en los obligatorios, hay regulaciones que fuerzan a las entidades a mantener sus emisiones por debajo de un umbral, y a compensarlas si no es así; en los mercados voluntarios, las entidades eligen compensar sus emisiones por motivos éticos o para mejorar su reputación, como es el caso de las aerolíneas.
Los mercados voluntarios importan porque son una fuente de financiación climática para comunidades y pueblos indígenas del Sur Global. En países como Indonesia, Colombia y Kenia, los créditos de carbono financian unos proyectos de restauración y protección de bosques amenazados que, de otro modo, no serían posibles.
Estas iniciativas, conocidas como REDD+ (Reducción de Emisiones procedentes de la Deforestación y Degradación de Bosques), buscan ofrecer una fuente de ingresos alternativa a comunidades empobrecidas que, si no, enfrentan una difícil elección: abrir las puertas de sus bosques a madereras y a plantaciones industriales para ganarse la vida, o bien conservarlos, renunciando a mejorar su situación económica en el corto plazo.
En una carta abierta, organizaciones indígenas que trabajan en más de 40 países del Sur Global afirmaron recientemente que los proyectos de carbono son una de las pocas fuentes de dinero al alcance de las comunidades que buscan desarrollarse de forma sostenible. Cada año, la deforestación arrasa un área del tamaño de Islandia.
En una carta abierta, organizaciones indígenas que trabajan en más de 40 países del Sur global afirmaron recientemente que los proyectos de carbono son una de las pocas fuentes de dinero al alcance de las comunidades que buscan desarrollarse de forma sostenible
¿Por qué son polémicos los créditos de carbono?
Este año sin embargo, una investigación científica dejó en evidencia a un mercado de carbono voluntario que ya venía arrastrando críticas por malas prácticas en el sector. El estudio concluía que más del 90% de los créditos de carbono vinculados a bosques tropicales y certificados por Verra —el principal estándar de carbono para mercados voluntarios— apenas tenían valor. En otras palabras, procedían de proyectos que no estaban ayudando a reducir la deforestación y que, por lo tanto, no estaban evitando emisiones ni tenían derecho a generar créditos de carbono.
Quienes se oponen a los mercados de carbono consideran que están desviando la atención de las reformas profundas que deben producirse en materia de producción y consumo energético en el mundo. También sostienen que las empresas deberían trabajar para reducir de verdad sus emisiones, en lugar de limitarse a compensarlas —una opinión compartida por quienes apoyan los créditos de carbono.
Finalmente, sostienen que no es posible calcular las emisiones futuras ‘evitadas’ por los proyectos que buscan reducir la deforestación porque nadie puede prever con exactitud lo que hubiera ocurrido en un futuro. A raíz de la citada polémica, Verra ha estado trabajando en la mejora de sus estándares de certificación.
¿Qué son los ‘carbon cowboys’ y a qué abusos se pueden ver expuestas comunidades de bosques tropicales alrededor del mundo?
Como ocurrió con la fiebre del oro, la posibilidad de hacer dinero con los créditos de carbono atrae a personajes oportunistas, ineptos o sin escrúpulos que buscan aprovechar el imperativo global de proteger a los bosques y a las comunidades que los habitan para llenarse los bolsillos. A estos sujetos se los conoce como ‘cowboys del carbono’, una alusión al Lejano Oeste como un espacio sin ley en el que todo vale.
Sus principales objetivos son comunidades indígenas o locales con poco o ningún conocimiento sobre la materia, en zonas de difícil acceso, y en países con una gobernanza forestal débil; o sea, con pocas regulaciones o una falta de medios para hacer cumplir las leyes. Corromper autoridades locales o nacionales es otro medio por el que los ‘cowboys del carbono’ desbrozan el camino para hacer sus negocios.
Los abusos más frecuentes a los que se enfrentan las comunidades forestales del Sur Global tienen que ver con la falta de consentimiento libre, previo e informado, que a menudo se manifiesta en campañas expeditivas para conseguir las firmas de los jefes locales de turno y contratos abusivos. Luego está la opacidad en los créditos que se venden y por cuánto dinero, porque las comunidades difícilmente pueden controlar si están obteniendo los beneficios que les corresponden por las ventas.
¿Cuáles son algunos ejemplos de proyectos de carbono irregulares?
EL PAÍS ha publicado investigaciones mostrando cómo millones de hectáreas de bosque congoleño se habían convertido en concesiones para proyectos de carbono sin el conocimiento de las comunidades; y cómo un proyecto en Colombia vendía créditos de carbono sin el conocimiento de las comunidades, a quienes corresponde una parte del dinero.
El trabajo en Colombia llevó a un juez a suspender el proyecto hecho de espaldas a a la comunidad, y el realizado en la República Democrática del Congo resultó en un requerimiento oficial (de la Comisión Interministerial para la Revisión de Contratos Forestales) para crear de un marco legal que rellene los vacíos actuales en materia de proyectos de carbono.
En lugares como Papúa, los promotores de un proyecto REDD+ habían prometido ingresos a las comunidades a cambio de proteger el bosque pero, al no materializarse, las comunidades acabar por dejar entrar a una maderera.
Lejos de las selvas, en tierras áridas de Kenya, la ONG Survival ha apuntado recientemente a irregularidades en un proyecto de carbono en zonas de pastoreo tradicional, señalando los impactos que puede tener en modos de vida ancestrales, entre otras cuestiones técnicas y relativas a los procesos de consulta previa.
¿Qué dicen los científicos sobre los proyectos REDD+?
Para los propios autores de ese estudio sobre los créditos de carbono basados en bosques, para y otros miembros de la comunidad científica, los créditos de carbono no son una panacea, pero sí una herramienta más en el arsenal de políticas que el mundo debe mejorar y desplegar para frenar los peores efectos del cambio climático.
Y en un momento en el que apenas hay financiación climática directa para las organizaciones indígenas y locales, los proyectos REDD+ pueden ser una forma de incentivar a comunidades del Sur Global a seguir protegiendo los bosques, sobre todo tropicales, en beneficio de todos.
¿Para cuándo un mercado de carbono obligatorio a nivel mundial?
Uno de los mayores mercados obligatorios es el de la Unión Europea (UE), que fija límites de emisiones para compañías del sector industrial y energético y multas para los infractores. Con este sistema, las empresas que más contaminan pueden compensar su huella de carbono comprando certificados de emisiones a las que no llegan a su tope. La Comisión Europea estima que, gracias a este mecanismo, las emisiones de las empresas reguladas cayeron un 35% entre 2005 y 2021.
No existe todavía un mercado obligatorio mundial, supervisado por Naciones Unidas, que regule el intercambio de derechos de emisión entre países del Norte y el Sur global
Lo que no existe todavía es un mercado obligatorio mundial, supervisado por Naciones Unidas y que regule el intercambio de derechos de emisión entre países del Norte y el Sur global. La COP28 buscará avanzar en la puesta en marcha de este sistema, previsto en el Artículo 6 del Acuerdo de París y que está pendiente desde que este fuera firmado en 2015.
Más del 80% de los compromisos climáticos de los países contemplan los mercados de carbono internacionales como una vía para reducir emisiones. A su vez, ello podría suponer una importante inyección de fondos para que países en vías de desarrollo mejoren su adaptación al cambio climático.
¿Por qué es tan difícil acordar el comercio de derechos de emisión entre países?
Estructurar un mercado obligatorio de derechos de emisión de gases a nivel mundial ha sido, desde el principio, uno de los aspectos más complejos del Acuerdo de París.
Uno de los mayores retos pasa por seguir el rastro de las emisiones evitadas. O sea, crear un sistema de contabilidad para evitar que diferentes entidades -como un Gobierno y una empresa que opera en su territorio- se atribuyan la misma reducción. Otros retos pasan por acordar salvaguardas creíbles frente a potenciales abusos de los derechos humanos, como la usurpación de tierras; y ponerle coto al greenwashing, el intento de algunas marcas de hacer pasar por verdes operaciones o productos que no lo son.
Sea como sea, los expertos coinciden en que la transparencia, la calidad de los sistemas de certificación, registro y monitoreo de emisiones, y la integridad deberán estar en la base de cualquier mecanismo de mercado que aspire a contribuir a la batalla por el clima. (El País (Argentina), 07/12/2023)

Cómo afecta la lucha contra el cambio climático a las exportaciones argentinas
o.- (Paula Urien) La compensación de la huella de carbono con inversiones en energías limpias y los efectos del ganado en el calentamiento global son algunos desafíos para el país; las certificaciones en procesos de producción limpios hacen la diferencia a la hora de vender
La compensación de la huella de carbono con inversiones en energías limpias y los efectos del ganado en el calentamiento global son algunos desafíos para el país; las certificaciones en procesos de producción limpios hacen la diferencia a la hora de vender
Entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre se lleva adelante la COP 28, la conferencia sobre el cambio climático de la ONU, que este año se realizará en Dubai. “Es una oportunidad crucial para tomar el rumbo correcto y acelerar la acción para afrontar la crisis climática, teniendo en cuenta los récords de las temperaturas a nivel mundial y los fenómenos temporales extremos que afectan a la población del planeta. En esta conferencia, el mundo hará un balance del progreso establecido por el acuerdo de París (tratado climático histórico firmado en 2015) y trazará el plan de acción para reducir las emisiones de forma drástica y proteger vidas y sustento”, declaró la ONU.
la COP 28 reúne a líderes de gobiernos, negocios, ONG y sociedad civil para alcanzar soluciones concretas. Para algunos, éste es un asunto casi sin importancia, pero otros se lo toman muy en serio, a tal punto que, si un país no cumple con la descarbonización, será dejado de lado a la hora del intercambio comercial.
“la ciencia es clara: para mantener un clima soportable, se debe reducir cuanto antes la producción de carbón, petróleo y gas y triplicar la capacidad de energía renovable (eólica, solar, hidráulica y geotérmica) para el año 2030. al mismo tiempo, se requiere de un aumento sustancial de la financiación para la adaptación e inversión en resiliencia climática”, continúa el statement de las Naciones Unidas.
Todo comenzó con el acuerdo de París. Es un tratado internacional sobre el cambio climático jurídicamente vinculante. Quiere decir que es de obligado cumplimiento. Fue adoptado por 196 naciones en la COP 21 en París, el 12 de diciembre de 2015, y entró en vigencia el 4 de noviembre de 2016. Su objetivo es limitar el calentamiento mundial preferiblemente a 1,5 grados centígrados. Para alcanzar este objetivo, los países se proponen lograr un planeta con clima neutro para mediados de siglo.
Créditos de carbono
La Argentina deberá ponerse al día en algunas cuestiones para vender, a buen precio, sus productos e ingresar las divisas que tanto necesita. los créditos de carbono son un instrumento internacional que permite a empresas y países compensar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) más difíciles de eliminar por parte de sus empresas. la operatoria consiste en invertir en proyectos que mitiguen los gases de efecto invernadero, como la captura de CO2 o la reforestación.
Welber Barral, asesor y socio fundador de BMJ, se enfoca en temas de comercio internacional e inversión internacional. En 2007 fue nombrado Secretario de Comercio Exterior de Brasil, cargo que ocupó hasta 2011. El experto explica que ya existe un mercado voluntario de créditos de carbono y, de hecho, algunos países lo están implementando. “En Europa funciona y es obligatorio”.
agrega que el acuerdo de París dice que los países deben tener metas nacionales de reducción de las emisiones de carbono y que en su artículo 6 habla sobre la posibilidad de que no solo las empresas puedan comprar créditos de carbono para compensar sus emisiones, sino que estas compras puedan hacerse en el mercado global. “Por ejemplo, una compañía en Europa con muchas emisiones de carbono podría compensarlas con inversiones o compra de créditos de proyectos donde hay eliminación de carbono. Son, sobre todo, de energía renovable y forestación”, explica el experto.
Para Barral, Brasil y la argentina podrían recibir inversiones en este sentido, aunque advierte que este artículo 6 todavía debe ser reglamentado. “Está en discusión la metodología que se va a usar para la creación de estos créditos de carbono”, dice.
En tanto, en la última reunión de la COP, el año pasado en Egipto, los expertos advirtieron que cada día se escapan cantidades importantes de gas en las instalaciones de manejo de petróleo y gas en todo el mundo. al ser incoloro e inodoro, el metano es responsable de más del 25% del calentamiento global.
“El tema del metano está muy relacionado con el ganado, y esto
afecta a nuestros dos países”, dice Barral. “Hay entonces un compromiso de reducción de metano, aunque no se sabe todavía cómo se va a llevar adelante”, sintetiza.
Desafíos para el transporte
Se estima que entre un 30% y 40% del petróleo refinado a nivel internacional es utilizado en los medios de transporte pesado, aviación y transporte marítimo. Guillermo Werner, director del Departamento de Energía y Sustentabilidad de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), dice que aproximadamente un 24% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero provienen del transporte en todos sus modos y se proyecta un crecimiento mayor hacia 2050.
En tanto, en lo que es aviación, hay algunas iniciativas de vanguardia para hacer un cambio en la matriz energética. Por ejemplo, el primer avión comercial en cruzar el Atlántico con un combustible puramente alto en grasas y bajo en emisiones voló hace unos días desde Londres a Nueva York en un paso más hacia conseguir lo que sus partidarios llaman “neutralidad de emisiones de la aviación”, consignó AP. El Boeing 787 de Virgin Atlantic no utilizó combustibles fósiles sino el llamado combustible sostenible de aviación, elaborado en su mayoría con sebo y otras grasas residuales. El Departamento de Transporte británico aportó un millón de libras (1,27 millones de dólares) para planear y operar el vuelo.
“El combustible de aviación sostenible, que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en alrededor de un 70%, es la mejor forma para que, a corto plazo, la industria internacional de la aviación consiga su objetivo de neutralidad de emisiones en 2050”, indicó el Departamento de Energía de Estados Unidos, que calificó esa meta de ambiciosa.
Gulfstream Aerospace fue el primero en cubrir el trayecto a principios de mes con un avión privado propulsado únicamente con combustible ecológico. También, un avión de Air France-KLM voló desde París a Montreal hace dos años empleando una mezcla de combustible a base de petróleo y uno sintético derivado de aceites de cocina usados. La Casa Blanca, por su parte, estableció hace dos años el objetivo de que el combustible de los aviones comerciales sea 100% limpio para 2050.
En cuanto al transporte marítimo, este es responsable de cerca del 90% del tráfico mundial de mercancías y del 2,5% del total de emisiones de carbono a la atmósfera. Es un sector que también está trabajando el tema.
Desde Navios Logistics, la mayor empresa de servicios de transporte fluvial y marítimo con fuerte presencia en la Hidrovía Paraguay Paraná, y también en el Río de la Plata y el Mar Argentino, comunican a que “en un esfuerzo mundial por disminuir y finalmente revertir el impacto adverso que la industria marítima ha generado al planeta, la Organización Marítima internacional (OMI) y otras organizaciones nacionales, supra nacionales y no gubernamentales han adoptado convenciones, regulaciones, acuerdos y estándares internacionales vinculados a prevenir, reducir y controlar la polución de los barcos”.
Agregan que “el panorama regulatorio presenta hoy nuevos desafíos y la industria se encuentra actualmente trabajando para mejorar la eficiencia energética mediante avances tecnológicos, renovaciones de flota y la exploración de combustibles cero carbono”.
A nivel global, Navios se comprometió a reducir las emisiones de carbono en sus operaciones con el objetivo final de eventualmente eliminarlas, “alcanzando cero emisiones para 2050”. Están alineados con el compromiso de la OMI de reducir las emisiones de CO2 en un 40% para el 2030.
En Argentina, Compañía Naviera Horamar, miembro de Navios South American Logistics, incorporó indicadores de eficiencia energética hace más de cuatro años, a pesar de no ser obligatorios hasta enero de 2023. “Se logró la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera de toda la flota durante los últimos tres años consecutivos. En virtud de este compromiso con el medio ambiente, la compañía es la única naviera en haber obtenido en la región la doble certificación en las normas ISO 14001 y 50001”, informan.
Por otro lado, en la Argentina, en materia de transporte de carga, Werner dice que “el cumplimiento de medidas encaminadas a mitigar emisiones garantizará que tengamos acceso al mercado de crédito internacional a menores tasas y a la posibilidad de exportar nuestros productos. Hoy a determinadas cadenas productivas les piden registro de su huella de carbono certificada, es decir, se debe cuantificar cuánto se emite en producir y transportar cada bien que circula por la economía. La logística es muy importante debido a su intensidad energética”, analiza el directivo.
“Los países desarrollados están diseñando una agenda para sustituir los combustibles líquidos, como el diésel, euro o gasolinas, por otros menos contaminantes como lo son el gas vehicular, ya sea comprimido o GNC, o en estado criogénico, como el GNL. La Argentina, tiene ventajas además en biocombustibles que son otra alternativa que disminuye emisiones”, opina el director de Fadeaac.
En este contexto, el empresario opina que la culminación del gasoducto a Vaca Muerta y la existencia de estaciones de carga de GNC abren el camino para que una parte del transporte liviano y pesado realice una transición energética hacia menores emisiones. Además, alrededor de 1010 camiones nuevos a GNC fueron adquiridos en los últimos tres años.
“El cambio hacia los biocombustibles ya se encuentra avanzando con leyes que promueven su uso y corte con los combustibles líquidos, y se ven experiencias que maximizan su uso, como ya ocurre en Córdoba”, cierra Werner.
La importancia de certificar
Marcelo Elizondo, presidente de la International Chamber of Commerce (ICC) en la Argentina y experto en negocios internacionales, aporta: “El mundo está avanzando en muchas exigencias ambientales, aunque los países no están aplicando las exigencias del Acuerdo de París con la misma intensidad. Hay algunos sistemas regulatorios que son mucho más exigentes en términos ambientales, sobre todo el de la UE. Todos van en la misma línea, pero con distinta velocidad y profundidad”.
Se viene un contexto de mayores exigencias y la Argentina tiene que estar preparada, “sobre todo porque exporta bienes con alta incidencia en la discusión ambiental, como la agroindustria y productos de la actividad mineral y energética”, dice Elizondo.
Por ello, la Argentina tiene que avanzar en la capacidad de adaptar sus procesos productivos a las normas ambientales, pero, además, certificar el proceso. “Este país tiene muchísimas condiciones para producir conforme a las nuevas exigencias. Acá hay mucho respeto por la naturaleza, pero hay que ser más profesionales en la capacidad de certificar para que los mercados valoren los resultados virtuosos. Hay normas que se deben cumplir, nacionales e internacionales, pero también productos que se pagan mejor si tienen un buen comportamiento ambiental”, explica el especialista.
Una ventaja actual es que la tecnología hoy permite acreditar buenas prácticas, según el analista. “La Argentina debe invertir en mejorar procesos, certificar el cumplimiento de normas y también las buenas prácticas que puedan hacer que se obtengan mejores precios. Las commodities son hoy menos commodities. Hay creación de valor a través de intangibles, que son condiciones que van más allá de lo físico y que generan valor sobre la oferta. La certificación de buenas prácticas es una de ellas”, dice.
Un fondo global
“Este es un tema que nos interesa bastante tanto a la Argentina como a Brasil. Está la obligación de creación de un fondo por parte de los países desarrollados que, por su parte, han emitido muchos más gases. Se trata de un fondo de ayuda a los países menos desarrollados que van a estar más afectados por el cambio climático”, explica Barral.
Según la ONU, la financiación es necesaria para la mitigación de los efectos adversos generados por el hombre, ya que se requieren inversiones en gran escala para reducir significativamente las emisiones. La financiación de la lucha contra el cambio climático es igualmente importante para la adaptación de los negocios, ya que se necesitan importantes recursos financieros para adaptarse a los efectos adversos y reducir los efectos de un clima cambiante.
Con todo, a partir de 2024, los países informarán de manera transparente cuáles son las medidas adoptadas y los progresos realizados en la mitigación del cambio climático, las medidas de adaptación y el apoyo prestado o recibido. También se prevén procedimientos internacionales para el examen de los informes presentados. Para 2030, las soluciones de cero emisiones de carbono podrían ser competitivas en sectores que representan más del 70 % de las emisiones mundiales.
“La Argentina tiene que estar preparada, sobre todo porque exporta bienes con alta incidencia en la discusión ambiental”. (La Nación, Buenos Aires, 07/12/2023)

EE.UU. ayudará en la transición climática de 23 ciudades
o.- (Telam) Son u$S 53 M que servirán para que Hermosillo y Mérida, de México, entre otras, puedan equiparse con vehículos eléctricos, renovar su transporte público y reducir sus emisiones de carbono.
Estados Unidos anunció ayudas para 23 ciudades de países en vías de desarrollo que deben enfrentarse al cambio climático, durante la conferencia anual de la ONU sobre calentamiento global COP28 de Dubai.
Los u$s 53 M de ayuda pública servirán para que esas 23 ciudades, entre ellas Hermosillo y Mérida, de México, puedan equiparse con vehículos eléctricos, renovar su transporte público y reducir sus emisiones de carbono.
“La COP28 llega al final de un año en el que personas de todo el mundo vieron sus vidas trastornadas por temperaturas récord y condiciones climáticas extremas”, dijo Samantha Power, jefa de la agencia estadounidense para el desarrollo internacional (Usaid).
El comunicado de Power agregó que las áreas urbanas son responsables de tres cuartas partes de las emisiones globales de carbono y que muchas de ellas experimentan un rápido crecimiento.
Más de u$s 2.000 M suplementarios para la adaptación provendrán del sector privado, anunció la administradora de Usaid, informó la agencia de noticias AFP.
La conferencia sobre el cambio climático de Dubai debe cerrarse el 12 diciembre con nuevos compromisos de recortes de emisiones de gases de efecto invernadero, de ayudas financieras y programas de adaptación.
Los casi 200 países que asisten a la conferencia en Emiratos Árabes Unidos ya aprobaron en principio la entrada en vigor de un fondo de daños y pérdidas para los países más afectados por el cambio climático, que debería empezar a funcionar en 2024.
Otras ciudades beneficiadas son Bishkek, capital de Kirguistán, Rajkot, en el oeste de la India, y Mbombela, en el noreste de Sudáfrica. (El Pregón Energético, 07/12/2023)

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