Comunidad Minera: Solidaridad y Seguridad

Comunidad Minera:
Solidaridad y Seguridad

o.- Es dable destacar cómo y ante la información sobre que una persona pudiera estar sufriendo algún tipo de problema en las adyacencias de un proyecto minero, se pone en funcionamiento -en principio- la solidaridad [instintiva] de los seres humanos y luego se la acompaña con las medidas de seguridad apropiadas para la ocasión de las empresas mineras -en este caso LIEX- para el cuidado de la integridad física no solo de su dotación sino de todos aquellos que lo necesiten.
No debía de haber pasado pero pasó…
El sábado 11 de mayo, el señor Segovia Javier, del departamento de Ingeniería y Construcción de la empresa Liex SA, informó que mientras brindaba apoyo al personal de camino, recibió un aviso cerca del kilómetro 50, en las proximidades de Laguna Celeste, el personal de relevo de una empresa contratista le comunicó que habían encontrado a un hombre de 50 años, residente en la Ciudad de La Rioja, descompensado y sentado al borde del camino. Javier se aproximó para evaluar su estado.
Al confirmar que el hombre estaba descompensado, Segovia notificó inmediatamente al personal de la garita del campamento 3Q. La garita, a su vez, informó al Departamento de Seguridad y Salud Ocupacional (SSO), donde Héctor Baigorria, responsable del servicio de salud, y Dante Grande, responsable del departamento de seguridad, coordinaron con el comité de mando para proporcionarle asistencia.
Mientras tanto, Segovia transportó al hombre en su camioneta hasta que el personal de SSO salió del campamento. Luego, realizaron un cambio de vehículo para que Baigorria pudiera brindarle asistencia primaria, que incluyó la administración de oxígeno y la medición de signos vitales. Posteriormente, se dirigieron al lugar donde el hombre había dejado su motocicleta.
Durante el trayecto hacia la moto, se encontraron con una camioneta que acompañaba al hombre. Una vez en el lugar donde estaba la motocicleta, ayudaron a cargarla en la camioneta de los turistas. Una vez que el hombre estuvo estabilizado, se unió a sus compañeros en su camioneta. Finalmente, escoltaron a los turistas hasta el camino principal para que pudieran continuar su viaje hacia Fiambalá.
Algo que podría haber terminado en una situación grave, la solidaridad de un grupo de personas y la previsión de la empresa minera dieron su fruto: el hombre descompensado salió del mal momento y quienes lo ayudaron -seguramente- se sintieron satisfechos por haber cumplido lo que consideraron era su deber.
No queda más que el AGRADECIMIENTO por su actitud. (El Pregón Minero, 14/05/2024)

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