Cinco proyectos sustentables de la UNSJ ganaron un premio
o.- El reconocimiento busca impulsar el desarrollo de iniciativas de sostenibilidad ambiental, tecnológica y de innovación para transformar positivamente a San Juan
Ingeniería Verde es un concurso de proyectos de tecnología e innovación organizado por la Fundación Lundin, el Proyecto Josemaría y la Universidad Nacional de San Juan.
Este jueves 27 de junio se presentaron a los cinco grupos ganadores del concurso y tuvieron la oportunidad de comentar el alcance de sus proyectos y los objetivos a futuro que les permitirá cumplir este premio.
El premio busca impulsar el desarrollo de iniciativas de sostenibilidad ambiental, tecnológica y de innovación de estudiantes y graduados/as de la UNSJ para que sean protagonistas de una transformación positiva de su entorno.
Andrea Díaz, vicedecana de la Facultad de Ingeniería, indicó que observan constantemente cómo los estudiantes avanzados/as y egresados/as tienen una gran capacidad de ser sus propias empresas y emprendedores: “Me parece que ese es el objetivo principal que tenemos como Facultad de formar profesionales independientes, con una gran capacidad de hacer, de ser y de comprometerse con nuestra provincia”.
Además, agradeció a José María y la Fundación Lundin por la confianza y el apoyo desde el sector privado: “Hoy vemos con gran expectativa la minería como una fuente realmente económica de trabajo y también un espacio para poder crecer en nuestras investigaciones”, indicó Díaz.
Eric Laciar, secretario de Ciencia y Técnica de la UNSJ, indicó: “Esta facultad es una usina de ideas, pero a veces se necesita apoyo económico de instituciones. Por eso agradecemos esta convocatoria. Además, felicitamos especialmente a quienes participaron por sus excelentes proyectos y al jurado por la ardua tarea que tuvieron para elegir a los ganadores”.
Ganadores/as:
Proyecto Colector Solar Compacto: Martín Samamé, ingeniero electrónico e integrante del proyecto, explicó que busca proveer un dispositivo que produzca agua caliente sanitaria gratis, con energía 100% limpia, energía solar: “El equipo va a poseer un diseño robusto y compacto, con una integración arquitectónica. Vamos a contar con instaladores propios para asegurar algunas prácticas del equipo y el correcto funcionamiento. Además, los insumos para lograr la fabricación de este producto van a ser producidos por la industria nacional, no es necesario importar nada. Y la parte innovadora del producto consiste en que la placa colectora y el tanque de almacenamiento van a estar integrados en una sola pieza. Esto conlleva a una transmisión energética mucho más eficiente y a una disminución en los costos de fabricación”.
Proyecto Premezcla: Paula Fabani, ingeniera en alimentos, comentó que buscaron transformar los productos de segunda calidad, las legumbres, que no tienen un aprovechamiento actual: “Así pensamos alternativas y concluimos que para responder a una demanda de alimentos sin TACC, sin gluten y más saludables, podíamos producir una premezcla para realizar galletas, budines, panes, etc, con legumbres autóctonas”. Además, proponen envases reutilizables y un medidor fabricado con tecnología 3D.
Oxitem: Mauricio Sanguedolce, estudiante avanzado de Ingeniería Electrónica, habló sobre el proyecto que consiste en fabricar sensores que miden diferentes parámetros de la tierra como es la humedad y el PH, para con esa información crear estrategias que hagan más eficientes la producción de cultivos: “Buscamos armar un prototipo definitivo para brindar un sistema que dé soluciones reales”.
Fungi 2.0: Constanza Millan, ingeniera industrial, fue la encargada de presentar este proyecto y explicó que la problemática que abordaron fue el desempleo, la malnutrición y la pobreza en las zonas rurales: “Nosotras proponemos implementar y desarrollar un bioproceso que es la fermentación en estado sólido para generar una nueva cadena productiva que sea sostenible y que proporcione un triple impacto. Esto se basa en el crecimiento de un agente biológico como lo son los hongos comestibles en desechos como el orujo de uva”.
Ecolución: Agustín Sánchez, ingeniero industrial, expuso que este proyecto recicla el caucho y lo convierte en baldosas de alto impacto, resistentes y antideslizantes para mitigar el impacto ambiental de este material: “Es muy noble y nuestro propósito es concientizar desde lo ecológico con un material que tarda en degradarse hasta mil años. Lo que esperamos con este premio es metodizar e incorporar procesos en nuestro proyecto, además queremos certificar algunas normas y mejorara nuestra propuesta en cuanto al marketing y la comercialización”. (Universidad Nacional de San Juan)