Alemania reconsidera su oro en EE.UU.: ¿Está en riesgo por Trump?
o.- Alemania posee la segunda mayor reserva de oro del mundo: 3,352 toneladas. Sin embargo, aproximadamente un tercio sigue almacenado en el Banco de la Reserva Federal en Nueva York. Esta situación, históricamente justificada por razones estratégicas de la Guerra Fría, está siendo cuestionada de nuevo con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
El temor no es nuevo. Desde hace más de una década, partidos de derecha como Alternativa para Alemania (AfD) han pedido la repatriación del oro. Pero ahora, con Trump lanzando ataques directos a la Reserva Federal (Fed) y sugiriendo posibles controles sobre activos extranjeros, voces más moderadas y medios públicos alemanes han encendido las alarmas.
¿Por qué Alemania guarda su oro en EE.UU.?
Tras la Segunda Guerra Mundial y durante la Guerra Fría, Alemania almacenó parte de su oro en Nueva York para mantenerlo lejos de la influencia soviética. Además, reforzaba la alianza militar con Estados Unidos, donde aún permanecen decenas de bases militares.
Entre 2014 y 2017, Alemania ya repatrió 300 toneladas desde Nueva York a Frankfurt, buscando generar confianza nacional. Sin embargo, tras la invasión rusa a Ucrania, el cálculo estratégico ha cambiado otra vez: hoy Alemania se debate entre proteger sus reservas de posibles intervenciones estadounidenses y diversificar su almacenamiento ante amenazas externas.
Trump, la Fed y los riesgos para las reservas extranjeras
La preocupación central radica en la figura de Donald Trump. El expresidente ha mostrado en repetidas ocasiones su intención de ejercer control sobre la Fed. Para políticos alemanes como Markus Ferber, del partido gobernante CDU, esto plantea una amenaza directa: si Trump logra someter a la Fed a sus intereses, el oro extranjero almacenado allí podría convertirse en rehén de disputas políticas.
“Trump es errático”, declaró Ferber. “No se puede descartar que algún día tenga ideas creativas sobre cómo tratar las reservas de oro extranjeras.”
La Federación de Contribuyentes de Alemania se ha sumado a la presión. Esta semana envió cartas oficiales al Bundesbank y al Ministerio de Finanzas pidiendo traer el oro de vuelta. Michael Jaeger, vicepresidente del grupo, fue claro: “Es nuestro dinero, debería estar en casa.”
¿Cómo responde el Bundesbank?
El Bundesbank insiste en que la Fed sigue siendo un socio confiable. La institución realiza inspecciones regulares: hasta ahora, ha revisado el 13% de las reservas almacenadas en Nueva York mediante pruebas de muestra. Sin embargo, voces parlamentarias como la de Fritz Guentzler (CDU) exigen mantener un monitoreo constante.
Por su parte, el Banco Central Europeo ha reafirmado recientemente su confianza en la independencia de la Fed. Pero la creciente presión política y mediática dentro de Alemania está cambiando el tono del debate.
¿Qué implicaría repatriar el oro?
Repatriar el oro no es solo una operación logística: es un mensaje político. Cualquier señal de que Alemania desconfía de la Fed podría generar tensiones diplomáticas y financieras. Además, concentrar demasiado oro en casa aumenta la vulnerabilidad ante amenazas físicas, como ataques o robos.
En ese sentido, Ferber sugiere no solo repatriar, sino diversificar. Hoy, el oro alemán se distribuye entre Frankfurt, Nueva York y Londres. ¿Podrían abrirse nuevos destinos, quizás en Asia? El debate apenas comienza.
El lado positivo: lo que esto significa para la minería global
Aunque este debate gira en torno a reservas ya extraídas, no debemos olvidar que el oro almacenado es producto directo de la minería. Cada gramo guardado en bóvedas fortalece la relevancia del sector minero global. La minería de oro no solo alimenta mercados financieros; también es símbolo de seguridad nacional, confianza internacional y respaldo monetario.
Además, la discusión sobre las reservas visibiliza la importancia de mantener una producción minera responsable y sostenible. Mientras los países discuten dónde guardar su oro, el mundo debe garantizar que su extracción respete estándares ambientales y sociales. Aquí, la minería moderna tiene un rol clave: demostrar que puede proveer metales estratégicos sin sacrificar el planeta ni a las comunidades locales.(Minería en línea)
